Graciela Marotta, quien falleció el 21 de febrero pasado, fue una importante artista visual, docente e investigadora argentina. Era nieta del famoso sindicalista Sebastián Marotta. Entre otros prestigiosos cargos, se desempeñó como Vice Decana de la UNA (Universidad Nacional de las Artes), directora de la carrera de Posgrado Lenguajes Artísticos Combinados, consejera Superior y profesora de Grado y Posgrado en la misma institución educativa. Fue investigadora categoría II Evaluadora.
Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y Gestión Cultural en la UNA. Realizó más de 180 muestras en el país y en el exterior. Participó en, alrededor, de 100 congresos, jornadas, simposios y conferencias en el país y en el exterior. En 1975, realizó su primera muestra internacional en Vigo, España. En 2006, realizó su primera muestra Restrospectiva en el Centro Cultural Borges. En 2006, presentó su primer libro, La Topología y las Artes Visuales, y, en 2010, publicó su segundo libro, El Libro del libro de Artista.
Pelusa Borthwick, directora de Arcimboldo Arte Contemporáneo (ubicado en Reconquista 761, PB 14, CABA), nos envió un texto de despedida para Graciela Marotta, que transcribimos a continuación: «Graciela y yo fuimos amigas, compañeras de proyectos de Arte y Cultura y me honra decir, en nombre de ella y mío, que mantuvimos nuestra relación de artista-galerista desde 1994, es decir, casi durante 30 años. Decíamos que ambas disfrutábamos de nuestra relación de afecto y respeto mutuo. Recuerdo que fue en el mencionado 1994 cuando creamos el colectivo Identidad-Diferencia, junto a Teresa Volco, Maggie Atienza, Miriam Holgado, Nora García y yo, con una una interesante muestra en las Salas de la OEA, en la calle Junín, junto al Centro Cultural Recoleta. Y, ahora, el pasado noviembre de 2022, presentamos, Graciela y yo, un nuevo colectivo titulado Arte para todos. Desbordaría este espacio si enumerara lo mucho hecho por nosotras dos en todo este tiempo de nuestras vidas. Su carácter fuerte le trajo, a veces, críticas, pero, junto a su inteligencia, ese temperamento la posicionó en lugares de conducción que todos y todas le agradecemos profundamente. Chau, chau querida Graciela. Mucho de vos queda con todoxs nosotrxs para siempre».
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