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El artista chileno Mauricio Arturo Fuentes presenta su obra Al Karem. Al grito de mapuche me nombro dignidad

Al Karem nace en el año 2016, cuando cursaba la maestría en dramaturgia en la Universidad Nacional de las Artes (UNA), y recién llegaba a vivir a Buenos Aires, desde Chile. Aún vivo en esta maravillosa ciudad.

En esa oportunidad, me pidieron escribir un texto sobre la mujer chilena, para sumarse a un proyecto mayor sobre diversas identidades femeninas latinoamericanas.

El texto escrito por mí se llamó Mapuche me nombro dignidad. Es un monólogo sobre una mujer de origen alemán, latifundista del sur de Chile que vivió la “gloria” del periodo de la dictadura de Pinochet. Debo destacar que esa “gloria” sólo la vivió una elite socioeconómica, adherente a la dictadura y al dictador.

La mujer está aterrorizada, porque el pueblo mapuche reclama tierras que les fueron usurpadas en un pasado no muy lejano. Finalmente, ella es invadida, pero, a través del espíritu de una mujer mapuche que, anteriormente, había sido su empleada doméstica.

El monólogo está escrito con ciertos códigos del género de terror y la farsa.

Ese primer proyecto colectivo quedó a medio camino, pero, mi texto fue seleccionado el año 2017 para el Festival Fauna, que se realiza en el Centro Cultural San Martín.

Paralelo a eso, ese mismo año, escribo Al Karem para la materia Semiótica del teatro. El texto fue muy bien recibido por el profesor a cargo y obtuvo la nota máxima, así que, siempre, tuve la idea de llevarlo a escena.

Mauricio Arturo Fuentes,

Al Karem pone como protagonista a la Virgen del Carmen, Patrona del Ejército de Los Andes y, actualmente, Patrona del ejército de Chile y de la Argentina. En el texto, la Virgen se rebela a estar eternamente escuchando las plegarias y suplicas de gente egoísta. Es la época de las revoluciones de los 60-70. Y, después de escuchar al pueblo expresarse libre a lo lejos, decide ser parte de éste y se hace humana, convirtiéndose en una mujer mestiza y revolucionaria. Más tarde, llega el Golpe de Estado, es apresada, torturada y desaparecida.

Con el tiempo, descubrí que ambos textos se conectan en diferentes temáticas y que podía hacerlos dialogar en escena. Son personajes femeninos y diversos. Todos están cruzados por lo político y son parte de la historia de nuestros pueblos, de manera simbólica o realista. Más tarde, construí una primera escena, como prólogo, con el General San Martín abriendo la obra a través de un sueño premonitorio.

El elenco nace cuando conocí a la actriz Paz Camelli, en los talleres de Pompeyo Audivert. La convoqué a participar en la obra y levantamos la escena de San Martín, la cual presentamos como una performance teatral, en un evento de poesía chileno-argentino en Buenos Aires. Luego, convocamos a Romina Biotti, recomendada por Paz Camelli, que se enamoró del texto y comenzamos a montar la obra en su totalidad.

Los personajes de la obra son intensos, con conflictos de gran peso y muy definidos. Además, son arquetípicos: San Martín y su épica libertadora. La Virgen, traicionada por los humanos, como Jesús. La colona alemana, representante de lo que se supone que es la civilización occidental. La mujer mapuche, representante de los pueblos originarios y defensora de la tierra.

El montaje es muy visual, tiene vestuarios hermosos diseñados y confeccionados por Pablo Raff, vestuarista del Teatro Colón. El altar de la Virgen fue hecho por el escultor chileno, Cristian Sabja. El diseño de luces, por Pablo Rojas, iluminador del Teatro San Martín. Siempre, he montado obras con música en vivo. Ahora, estamos con una violinista, Corina Guerrero. Me gusta cómo la música puede darle profundidad al relato.

La obra hace un recorrido sobre la historia de nuestros pueblos -la Argentina y Chile-, desde la mirada de las luchas sociales y desde mi propia subjetividad. Creo que nos hace reflexionar, en tiempos globalizados, sobre nuestra identidad latinoamericana, desde el espíritu libertario de San Martín y su afán independentista, hasta el día de hoy, donde, todavía, seguimos siendo dominados por el norte y las grandes corporaciones. La obra es un grito de independencia y de autoafirmación. Invita a reconocernos como sudamericanos sin complejos y desde lo emotivo, reconociendo nuestros dolores colectivos, pero, también, nuestros valores, apegos y hermandad.

 

Ficha artístico-técnica:

Actún: Paz Camelli (General San Martín, colona alemana del sur y mujer mapuche) y Romina Biotti (Virgen del Carmen y mujer sudamericana actual)

Música de violín en vivo: Corina Guerrero

Escenografía: Cristian Sabja (escultor)

Vestuario: Pablo Pérez (vestuarista del Teatro Colón)

Diseño de luces: Pablo Rojas (iluminador del Teatro San Martín)

Visuales: Catalina Muñoz y Lucas Carreño

Diseño gráfico: Iván Villalobos

Prensa: Valeria Franchi

Redes sociales: Lucía Biondi

Asistencia de dirección: Marcos Porrini

Dramaturgia y dirección: Mauricio Arturo Fuentes

 

Al Karem. Al grito de mapuche me nombro dignidad puede verse los viernes de noviembre a las 22.30hs. en Animal Teatro, ubicado en Castro 561, CABA.

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