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Retratos. Entrevista a Olga Barry -exiliada chilena-, desde Lyon, Francia, un refugio para la cultura Latinoamericana y del Caribe

La revista Con Fervor visita la ciudad de Lyon, al sur de Francia, con motivo de la presentación del libro de quien escribe esta entrevista. La gratitud es doble, al poder acceder a un espacio de resistencia cultural emblemática. Nos recibe Olga Barry, una de las fundadoras de Nouveaux Espaces Latinos, creado en el año 1984 para la difusión de la cultura Latinoamericana y del Caribe. Del cual cabe destacar el Festival Literario Belles Latinas, en el cual han participado decenas de autoras/es argentinas/es. Olga es chilena y llegó a París en 1977, de manera forzada, escapando de la dictadura por razones políticas.

Con Fervor: ¿Cómo llegaste a Lyon?

Olga Barry: En París, nos dieron tres alternativas, tres ciudades donde vivir. Nos dijeron, puede ser Strasbourg, Lille o Lyon. Y la asistente social nos dijo: tal vez Lyon, es al sur, más cerca de Chile (y reímos).
La adaptación no es fácil, otro idioma, pero, no es lo más importante. Una lo aprende rápido. Éramos relativamente jóvenes, teníamos niños pequeños y, como tu vives en inmersión, estás obligada a hablarlo, lo aprendimos rápido, en tres, cuatro meses. No perfecto, pero lo aprendimos.

CF: ¿Había que trabajar de lo que apareciera?

OB: Había que trabajar de lo que apareciera. Felizmente, en esos años, no había la crisis del desempleo que ha existido en los últimos 30 años. Entonces, fue relativamente fácil. Mi marido encontró trabajo rápido gracias a mí, porque, me propusieron cuidar unos niños y los padres eran ingenieros, que trabajaban en una gran empresa de informática. Y me dijeron, ¿qué hace su marido? Les expliqué y lo contrataron. Para mí, fue más difícil y, tiempo después, encontré trabajo.

Trabajé doce años en una estructura de científicos, para un profesor universitario. Y, luego, algo que no había podido hacer en Chile, a causa de la dictadura, fue estudiar filosofía. Con ese diploma, pude enseñar. No filosofía, porque, no alcanzaba el nivel, tendría que haber dado otros exámenes más complejos y tenía que seguir trabajando para solventar la crianza de tres niños, así que, empecé a enseñar castellano en la universidad y lo hice por 20 años. Aquí, enseñamos también castellano.

CF: ¿Cómo se inicia Espaces Latinos?

OB: Como una revista, un pequeño boletín. Unas cuatro hojas que servían para contrarrestar una información, a veces, muy panfletaria, de parte de los partidos políticos. Nosotros éramos militantes políticos y pensábamos que, además del drama de Latinoamérica, había que retratar un mundo creativo. Mostrar los problemas sociales, económicos, políticos y, también, el arte, la literatura, etc. La revista es la única que existe en Francia escrita en francés, porque, está dirigida a un público francés. Durante muchos años, fue mensual y, ahora, es trimestral, con una versión papel y otra digital, que es semanal.

En el 2002, nos lanzamos con un festival literario, cada año, en el mes de octubre. Invitamos a quince escritoras/es, que vienen de América Latina. Es el único festival especializado que existe en Francia. Y, en noviembre, tenemos otro Festival de Documentales de América Latina o de otros países, pero que tengan como tema a América Latina.

CF: ¿En qué barrio está emplazado Espaces Latinos y en que se caracteriza?

OB: Estamos en una colina que corresponde al primer distrito. Es un barrio modesto económicamente, sin embargo, con una cantidad enorme de salas de exposiciones de obras de arte y estudios arquitectónicos, porque, la municipalidad de aquí facilita los recursos para este tipo de emprendimientos. Esta zona es muy conocida, porque, en la segunda guerra mundial, pudieron resistir a los nazis por la estructura misma del urbanismo del barrio. Resultaba difícil ubicarse por sus características laberínticas y de corredores subterráneos. Este es el sector de la fabricación de la seda, una industria muy desarrollada en el siglo XIX y XX. Por eso, se aprecian los amplios ventanales, con paredes de piedra, y los techos altos para colgar las bobinas y los telares. Las propiedades tienen, en su mayoría, entrepisos de madera por la gran altura.

Más hacia arriba, el barrio Croix Rousse, con una calidad de vida muy buena (antes, eran barrios obreros y, en los últimos años, se ha aburguesado). Lyon es una gran ciudad, con mucha historia. Se le dice humanista, porque existen gran cantidad de ONG con estructuras importantes. Una ciudad donde convivieron católicos y protestantes, muy abiertos a los problemas humanitarios.

CF: Te escucho hablar y siento que sos una tejedora de hilos invisibles, que visibiliza Latinoamérica en Francia.

OB: ¡Ay! ¡Qué lindo lo que dices! Lo vamos a retomar, porque nosotros nos definimos como un puente de mediación. Siempre, pensamos que fue una forma muy personal de poder soportar, quizás, el exilio. De poder estar cerca de América Latina y, al mismo tiempo, de ver que, desde Europa, es muy secundaria, como algo normal, porque estamos lejos. Entonces, fue como traerla de las catacumbas, darle más visibilidad. Por eso, buscamos un local como éste, con vitrinas. No en un sótano. No un subsuelo, porque, esa es la realidad. No es fácil siempre…

CF: ¿La Asociación Civil tiene apoyos estatales?

OB: Sí, del Ministerio de Cultura, a través del Centro Nacional del Libro (para el Festival Literario y la difusión de libros traducidos al francés) y de la DRAC (Dirección Regional de Asuntos Culturales).

CF: Como Asociación Civil, ¿tienen socias/os que aportan una mensualidad?

OB: Hay una adhesión, que no es muy onerosa, pero suma. Y, también, hay donadores, porque, nuestro presupuesto es pequeño. Una financiación de proyectos de parte del Gobierno de la Ciudad y de la región. Y de otro organismo, la SOFIA (Sociedad francesa por los intereses de los autores de escritura). El mayor financiamiento es a través del Festival Literario. Las otras actividades son menos acompañadas. Por eso, de lo que puede quedar de ese Festival, logramos hacer la agenda del año. Y, lamentablemente, nadie tiene salario, son trabajos de voluntariado.

Sería ideal, para nosotros, poder pagar un sueldo, para tener una mayor estabilidad. Incluso, nos preguntamos, porque la mayoría de los que estamos aquí tenemos más o menos mi edad, sobre la falta del relevo, porque ya nos estamos envejeciendo. Y el relevo no va a ser posible, porque un joven quiere vivir de esto. Nosotros trabajamos a la par, no vivimos nunca de esto. Al contrario, a veces, aportamos dinero, junto al trabajo continuo de gestión. Januario, mi marido, otro de los fundadores, dice: “un día me voy a morir y esto se va a acabar” y me da una pena enorme. Entonces, le digo, vas a estar muerto y qué le vas a hacer.

CF: ¿Cómo ves el Chile de hoy?

OB: El Chile de hoy es muy esperanzador y, también, me provoca una gran inquietud, porque, las expectativas han sido muy grandes y pienso si el pueblo va a ser capaz de tener la paciencia que hay que tener. En Chile, los cambios son muy difíciles. Hay tantos privilegios de un sector de la población, que los van a defender con uñas. Entonces, es inquietante.

CF: ¿Y Boric?

OB: Boric me parece un joven con la sinceridad de querer hacer algo por este país. No sólo él, todo el equipo que lo rodea, también jóvenes, con un promedio de cuarenta y cinco años. Fui votar en París y, luego, viajé a Chile en enero. Y lo fui a escuchar varias veces a Boric. Y mi hija viajó para la asunción y pudo cubrir el evento para la revista, como acreditada de prensa. Para ella, fue una experiencia fabulosa. Es una oportunidad para que las cosas cambien en Chile, pero, no sé si va a ser posible. Hay problemas enormes: la Araucanía, el conflicto indígena que no es fácil de resolver; los camineros, tú sabes que Chile fue paralizado por ellos en la época de Allende y, ahora, están empezando también. Si este año se aprobara la nueva constitución sería un gran paso, porque el Gobierno podría avanzar.

CF: ¿Qué te interesa de la cultura argentina?

OB: Te diría que, de los más de trescientos invitados al festival que organizamos, el mayor porcentaje son argentinos. Se escribe mucho y hay buenos escritores. Hemos ido varias veces a Buenos Aires y, en nuestro equipo, hay argentinos. Me gusta su riqueza cultural, me inquieta, también.

 

Contacto: https://www.espaces-latinos.org/


Claudia Quiroga es directora, actriz, dramaturga, artivista, docente y fotógrafa. Co-Fundadora de la Colectiva Feminista Artivista, MAT – Mujeres de Artes Tomar. Integrante Asociada y docente en el CELCIT (Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral). Integra la Colectiva de Autoras. Vive en Villa Sarmiento, Morón, Provincia de Buenos Aires.

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