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Incendio en la Cinemateca Brasileira

Gran pérdida para el patrimonio audiovisual latinoamericano

El incendio que asoló el edificio de la Cinemateca Brasileira, en Vila Leopoldina, San Pablo (Brasil), la noche del 29 de julio pasado, fue una tragedia que podría haberse evitado y que culminó con la pérdida irreparable de un número incalculable de obras y documentos relacionados con la historia del cine brasileño. Estas instalaciones son fundamentales y complementarias en relación con el espacio de Vila Clementino, donde se almacena la mayor parte de la colección de Cinemateca Brasileira.

Recientemente, en febrero de 2020, una inundación ya había afectado a la mayor parte de la colección documental y audiovisual allí almacenada. Hace más de un año, se advirtió públicamente sobre la posibilidad de que se produjera un incendio en los locales de la Cinemateca por ausencia de trabajadores de documentación, conservación y difusión. Se advirtió sobre la posibilidad de un accidente en la recogida de salitre de Vila Clementino, siendo la película de nitrato un material altamente inflamable que puede auto combustionar sin inspección periódica. Este no fue el caso en esta instancia, el quinto incendio histórico en la institución. Sin embargo, las causas son las mismas.

Seguramente, muchas pérdidas podrían haberse evitado si los trabajadores hubiesen estado empleados y participaran en las operaciones diarias de la institución. El 8 de agosto, se cumplirá un año desde que la Cinemateca Brasileira fue abandonada por el Gobierno de Brasil y el personal técnico despedido por la gerencia anterior, la Asociación de Comunicación Educativa Roquette Pinto (ACERP), sin siquiera pagar los sueldos e indemnizaciones correspondientes. Aun así, se reportó la contratación de mantenimiento, extinción de incendios y equipos de limpieza. Aunque necesarios para un archivo fílmico funcional, los mencionados servicios no son suficientes para sus demandas específicas.

En noviembre de 2020, representantes de los distintos organismos, archivos y centros de documentación que forman parte de la Red Iberoamericana de Archivos Cinematográficos (BiblioCi) difundieron, en redes sociales, una serie de clips audiovisuales en los que solicitaron la reapertura y puesta en funcionamiento de la institución, expresando la  preocupación por la crisis que atravesaba la Cinemateca Brasileira como consecuencia de políticas de desfinanciamiento y una sucesión de equivocadas medidas administrativas por parte de las autoridades brasileñas, que implicó el despido de casi todo el personal técnico especializado y una importante crisis financiera seguida de una situación de total abandono, que amenazaba y sigue amenazando la existencia de esta institución de referencia para los archivos latinoamericanos.

En el incendio se quemaron cientos de miles de documentos impresos acerca la historia institucional del cine en Brasil. Las noticias dan cuenta de que se perdieron cuatro toneladas de documentación sobre la historia del cine brasileño. Toda la documentación del Instituto Nacional de Cine -desde los años 60 hasta la actualidad-, de la Secretaría Especial de Cultura, pasando por Embrafilme y Concine.

La situación se vuelve aún más crítica cuando pensamos en las consecuencias irreversibles que sufrieron los materiales fílmicos y su estado de conservación en el año, sin la atención de personal técnico especializado. Igualmente, es irrecuperable la destrucción de impresiones directamente por el fuego, es la esperanza de vida, ahora, drásticamente reducida de varios materiales, especialmente, de las películas de nitrato y acetato. Sólo con el regreso del equipo especializado será posible evaluar el alcance de la pérdida y el daño. Y, luego, intentar reanudar y comenzar nuevas actividades de conservación.

Los trabajadores de la Cinemateca Brasileira han expresado su indignación por los hechos, de este modo: “¡El incendio de anoche es una razón más por la que estamos ansiosos por poner fin a la política de tierra arrasada y el borrado de la memoria nacional! Estamos de luto por la pérdida de más de medio millón de brasileños y, ahora, por la pérdida de parte de nuestra historia. Hemos experimentado devastadores incendios en la Cinemateca Brasileira en 2016, en el Museo Nacional en 2018 y, nuevamente, en la Cinemateca en 2021. Además de todas las muertes pandémicas evitables, nuestra historia ha sido continuamente extirpada. Desafortunadamente, hemos perdido otra parte del Patrimonio histórico y cultural de Brasil”. Por ello, convocan a una actividad presencial, con los protocolos necesarios, el 7 de agosto, en defensa de la Cinemateca Brasileira.

Sabemos de la importancia que tienen los archivos para construir memoria y sostener la cultura y de la necesidad de políticas que amparen estas instituciones. Que, sin ser organismos productores de ganancia material, son esenciales para construir las bases del presente. Debemos instalar este tema en la agenda cultural prioritaria de nuestra región y concientizar sobre el valor de los documentos históricos.

A continuación, compartimos la Declaración de la red BiblioCI sobre este hecho:

 

 

Declaración de la red BiblioCi ante el incendio en la Cinemateca Brasileira

 

Los integrantes de BiblioCi, la Red de Bibliotecas Cinematográficas de América Latina, El Caribe y España, recibimos, con dolor, pesadumbre e indignación, la noticia del incendio de uno de los depósitos de la Cinemateca Brasileira, integrante de nuestro colectivo.

Manifestamos, como siempre, nuestra solidaridad con los trabajadores y trabajadoras de esta institución y con el pueblo brasileño que ha perdido parte de su memoria histórica.

Pero a la vez sentimos que las palabras ya no alcanzan. Que se trata de una tragedia cultural que sin dudas se pudo haber evitado.

Ayer se quemaron cientos de miles de documentos impresos acerca la historia institucional del cine en Brasil. Las noticias dan cuenta de que “se perdieron 4 toneladas de documentación sobre la historia del cine brasileño. Toda la documentación del Instituto Nacional de Cine, desde los años 60, hasta la actualidad, de la Secretaría Especial de Cultura, pasando por Embrafilme y Concine”.

El material impreso forma parte fundamental de la memoria cinematográfica y la razón de ser de BiblioCi. Por eso es una catástrofe que nos toca más cerca que nunca. Porque sabemos de qué se trata. Es la materia con la que trabajamos todos los días.

Hoy, se cumplen diez años del cierre de Taller de BiblioCi en San Pablo, organizado por la Cinemateca Brasileira. Desgraciadamente, esta tragedia nos deja sin nada que celebrar y mucho que lamentar. Si en aquella ocasión los participantes nos habíamos maravillado con los logros de la institución hermana, una sucesión de dislates, desastrosas y aviesas decisiones administrativas por parte de las autoridades brasileñas, intervenciones hasta de miembros de las fuerzas armadas del país, desidia, desinterés y maltrato para con los trabajadores de unos de los archivos fílmicos más importantes del continente y del mundo llevaron a esta situación que hoy sufrimos. Una desgracia producida por la fatídica combinación de políticas signadas por la ignorancia y la negligencia.

Hablamos de dolor y pesadumbre porque, como profesionales comprometidos con el rescate, el cuidado y la conservación de la memoria audiovisual, nos causa una profunda tristeza saber que se han perdido documentos que jamás se volverán a recuperar. Hablamos de indignación porque sabíamos que esto podía ocurrir. Y ocurrió. A esto llevan las políticas de gobernantes que desprecian la cultura y la identidad de los pueblos.

Decíamos que las palabras no alcanzan. Y es que, en 2019, en 2020 y en este 2021, instamos, desde BiblioCi, a que el gobierno brasileño regularizara la situación de la Cinemateca, desde hace tiempo desfinanciada y con el personal técnico desplazado. Desde agosto de 2020 el lugar se encuentra cerrado y sin trabajadores. Que ocurriera una desgracia como ésta era solo cuestión de tiempo.

Por eso, llamamos a toda la comunidad cinematográfica y cultural del continente a denunciar esta situación en todos los ámbitos y a exigir una pronta solución que implique la reapertura de la Cinemateca y la recontratación de su personal especializado.

Debemos instalar este tema en la agenda cultural prioritaria de nuestra región. Denunciémoslo en congresos, reuniones, asambleas. Organicemos jornadas de lucha y visibilización de esta grave cuestión en todo el continente. Porque ya no hay tiempo para más hecatombes culturales y en esto debemos estar comprometidos todos como trabajadores de la memoria audiovisual.

BiblioCi, 30 de julio de 2021.

 

Integrantes

Argentina

Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda

Biblioteca INCAA – ENERC

Fundación Cineteca Vida

Fundación Universidad del Cine

Museo del Cine ‘Pablo Ducrós Hicken’

Sociedad Argentina de Información

Biblioteca Facultad de Artes – Universidad Nacional de Córdoba

Escuela Regional Cuyo Cine y Video

Centro Audiovisual Rosario

Instituto Superior de Cine y Artes Audiovisuales

Centro de Documentación Audiovisual y Biblioteca [CDAB / UNICEN]

Escuela de Cine, Universidad de Tucumán

 

Bolivia

Cinemateca Boliviana

 

Brasil

Cinemateca Brasileira

Museu ‘Lasar Segall’

 

Chile

Cineteca Universidad de Chile

 

Colombia

Cinemateca Distrital

Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano

Centro Colombo de Medellín

 

Cuba

Cinemateca de Cuba

Fundación Nuevo Cine Latinoamericano

 

Ecuador

Cinemateca Nacional Ecuador

 

España

Filmoteca de Cataluña

Filmoteca Española

Filmoteca Valenciana

 

México

Cineteca Nacional de México

Filmoteca UNAM

 

Perú

Filmoteca Pontificia Universidad Católica del Perú

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