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Estocolmos

“Es una historia larga que pasó por muchas metamorfosis”, relata la directora y dramaturga Marina Filoc al referirse al estreno de Estocolmos, en una entrevista para FM La Patriada. Todo empezó con una sugerencia de Ricardo Bartís de pensar en un cobrador del Club Huracán que toca el timbre de una pensión en Parque Patricios.

Desde el minuto uno, el/la espectador/a es sorprendido. La escenografía muestra un cuarto sucio y desprolijo; las luces tenues van generando un clima que inquieta y Roberto Altamirano, el ex periodista abandonado por su mujer, aparece en escena, se muestra y nos muestra que tanta decadencia es insoportable. Ensaya una salida ¿Por qué no escribe más? ¿Por qué sus notas ya no interesan? ¿Se habla en el periodismo de lo que se tiene que hablar? ¿Qué valores no negocia y en qué red quedó atrapado?

Elvira, la dueña de la pensión, le da una piecita a cambio de tareas de mantenimiento.

¿Es todo lo que busca de Roberto? ¿Cómo juega su pasado?

Y aparece Treno, el cobrador del Club. El hijo de un dirigente de Huracán. La tiene difícil el muchacho. Su padre no le perdona haberse quedado viudo.

La irrupción de Cintia en escena parece traer un aire fresco. Error. Esta joven y bonita mujer llega para sumar otra historia que, a toda costa, niega, le huye y quiere olvidar. Lo poco que dice es demasiado.

Cuatro artistas compenetradas/os en sus historias que invitan, una vez más, a apoyar y participar del teatro independiente por la calidad de los textos y de las actuaciones.

Marina Filoc.

Me preguntaba sobre el título de la obra Estocolmos ¿Por qué en plural?

Ese plural se va develando en los 70 minutos transcurridos. La doble moral, la falta de escrúpulos, la necesidad de sobrevivir, la ambición, la miseria económica (entre otros) da cuenta de los muchos Estocolmos que la sociedad despliega para ejercer el control a través de sus relatos.

Y para distraer está el fútbol, que vendría a salvarnos (por un ratito) de tanta violencia simbólica y de las otras.

Marina Filoc no sólo escribe, sino que, además, estudia. Los libros Injusticias (2018) y República de la Impunidad (2020) -del fiscal (fallecido el año pasado) Federico Delgado- fueron fuentes de inspiración para comenzar la carrera de Abogacía.

Y, también, Marina toca el Taiko. Tambor japonés de 300 kilos aproximadamente ¡Vaya peso para lidiar! Antiguamente, el Taiko se usaba como ritual para comenzar la batalla y alentar a sus guerreros.

Marina Filoc viene dando “su(s) batalla(s)” desde la dramaturgia, el derecho, la música ¡Qué más pedirle! Sólo agradecer, apoyar y disfrutar su producción.

 

 

Ficha artístico-técnica:

Actúan: Cecilia Layus (Cintia), Esteban Piñeyro (Treno), Solana Possi (Elvira) y Horacio Pucheta (Roberto)

Escenografía: Mariano Salvador Castillo y María Laura Monedero

Vestuario: Mariano Salvador Castillo

Diseño iluminación: Diego Becker

Prensa: Valeria Franchi

Asistencia de dirección: Miguel Haddad

Dramaturgia y dirección: Marina Filoc

 

Estocolmos puede verse los domingos a las 20hs., en el Teatro Tadrón, ubicado en Niceto Vega 4802, CABA.


Silvia Dasso es docente, Lic. en Sociología (UBA), Master en Gestión de Instituciones Educativas, Universidad de San Andrés (Udesa). Fundadora y directora del Colegio Bilingüe Jardín-Primaria-Secundaria en CABA. Consultora y selectora de personal en el ámbito educativo. Escritora y artista plástica. Vive en Palermo, Comuna 14, CABA.

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