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El discurso y la realidad

(Publicado en Revista Acción el 15 de diciembre de 2024)
Cuando se analiza el discurso con que el presidente Javier Milei enumeró los supuestos logros de su política económica y social, al realizar el balance de su primer año de gestión, podría hablarse de inconsistencias. Lo cierto es que resulta muy difícil, si no imposible, contrastar sus dichos con la dura realidad que afecta al grueso de la población.
Las afirmaciones contenidas en el mensaje no difieren demasiado de la retórica de otros modelos neoliberales, con sus promesas de un futuro venturoso. ¿Es verdad que «estamos saliendo del desierto, la recesión terminó, el país finalmente ha comenzado a crecer» y «podemos terminar el año con alivio»? Podría decirse que no.
Veamos. El producto interno bruto cayó un 3,1% durante los tres primeros trimestres del año, pero si se excluye el repunte del sector agrícola, luego de la muy mala campaña anterior por la sequía, el derrumbe se eleva al 5,3%.
Los datos más recientes tampoco exhiben un panorama de recuperación. La industria, por ejemplo, volvió a caer en octubre (-0,8%) luego de mostrar alzas durante los tres meses anteriores, y aún se encuentra dos puntos por debajo del nivel alcanzado antes de la asunción de Milei.
En el mismo mes la construcción cayó un 4% mensual y sufre un retroceso del 30% frente a la actividad registrada en noviembre de 2023. Esa tendencia a la baja no parece haberse revertido, según los datos publicados por la cámara de empresas proveedoras de insumos del sector y de acuerdo a los índices de producción de cemento.
En cuanto al pregonado «crecimiento sostenido» del poder adquisitivo, esto no luce como un dato coherente con la magnitud de la pobreza y la indigencia, a las que fueron empujadas 3,9 y 2,6 millones de personas, respectivamente, en la primera mitad de 2024; o con el despido de casi 170.000 trabajadores privados y estatales entre enero y septiembre.
Es llamativo, por otra parte, que Milei midiera en dólares la evolución del salario básico promedio y de las jubilaciones, lo cual, debido a la relativa apreciación del peso le permitió hablar de saltos del 32% en el primer caso y del 18% en el segundo. Lástima que no utilizara la misma metodología para dimensionar la variación de las canastas Básica Alimentaria (que determina el nivel de indigencia) o la Total (nivel de pobreza) que aumentaron un 44% en igual período.
Un indicador más contundente para quienes no utilizan otra moneda que la nacional es la retracción del consumo en Supermercados y Autoservicios Mayoristas, que alcanzó un -12% en el acumulado de los primeros nueve meses de 2024 frente a enero-septiembre del año pasado.

Los más vulnerables
Un discurso sobresaliente de la semana fue el pronunciado por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner al asumir la presidencia del Partido Justicialista. Definió allí que la actual administración nacional «no tiene un modelo productivo, tiene un modelo de valorización financiera», agregó que «estamos en un ciclo de depredación y apropiación» y, más allá de la evaluación de la gestión gubernamental, convocó a «formar cuadros políticos y técnicos, informar, planificar, divulgar y organizar».
Claves en el proceso de revalorización de la política y de las herramientas para disputar la batalla cultural, a fin de contribuir para fortalecer un modelo de país en las antípodas del regresivo plan que se está aplicando en la actualidad.
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