Fue una decisión visceral. Al principio, de tres personas: Alejandra Darín, Pepe Novoa y Gerardo Mazur. Tardaron menos de cinco minutos en transmitir a sus respectivos cerebros la idea que se aparecía nítida, entre sístoles y diástoles, de la Argentina actual. Para decirlo en pocas palabras: convocar a las artes y las ciencias, en el marco recordatorio de Teatro Abierto de 1981, a un proyecto colectivo. “No es un loco quien quiere, sino quien puede”, expresa una antigua sentencia, con vigencia pichoniana. Este tipo de locuras merece ponerle énfasis.
La Asociación Argentina de Actores lo trató en esa misma jornada y lo aprobó por unanimidad. Enseguida, se incorporó a la tarea Marcela Jove, Secretaria de la Presidencia. Lo hizo full time, y más también. A partir de allí, comenzaron reuniones semanales, cada miércoles, en el 2º piso de Actores. Creo que los antiguos propietarios de esa maravillosa construcción, los masones, nunca imaginaron algo semejante. Ocurrió que, mientras se sucedían los encuentros, paulatinamente, se iban incorporando representantes activos de las distintas áreas de la creación artística y de la ciencia. El proyecto crecía, con lentitud, pero con fuerza, con firmeza. Crecía. “El futuro – decía Jorge Luis Borges – no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer”.
Es imprescindible mencionar una circunstancia de vital significación. Por primera vez, se convocaba a la ciencia para que, junto con el arte, representara a la cultura en nuestro país. El teatro, el cine, las artes plásticas, la música, la fotografía, etc., etc., al lado de la ciencia, que siempre aparecía como algo distante, lejos del conocimiento general. Así, con el apoyo de cada uno de los participantes de la mesa, surgió ECA. La ciencia y el arte iluminando el futuro.
Era necesario concretar el proyecto. Transformarlo en una acción pública. Darlo a conocer, primero, entre los representantes del arte y la ciencia. Luego, a la gente en general. Fijar una fecha posible de realización y un programa que diera cuenta, explícita y clara, de aquello que queríamos transmitir. Desde las primeras reuniones, se incorporaron dos personas que ayudaron mucho, por su experiencia creativa en la Ciudad de Buenos Aires: los dueños de los teatros El Picadero y el Tabaris, Sebastián Blutrach y Carlos Rottenberg. Precisamente, la sala donde comenzó el Teatro Abierto del ´81, como ejercicio de resistencia contra la dictadura cívico militar, destruida por una bomba incendiaria – botas mediante –, a los pocos días de comenzadas las funciones teatrales. Cayó una sala, pero otras diecisiete se ofrecieron para continuar ¿Increíble? No, para nada. Estábamos en la Argentina. En una asamblea se decidió continuar en el Tabaris. La programación siguió a sala llena, pese a los miedos circundantes. Teatro Abierto fue noticia ejemplificadora en medio mundo.
Fueron los responsables de las salas mencionadas quienes propusieron, como parte esencial del programa, una marcha que partiera de El Picadero y llegara al Tabaris, por la Avenida Corrientes. Se aprobó por unanimidad. La calle era la escena principal. En las reuniones siguientes, se comenzó a elaborar el programa definitivo. Fue el siguiente:
Fecha del encuentro: lunes 29 de octubre de 2018 a las 18.30 hs. Frente al teatro El Picadero, en la calle, con palabras alusivas al ECA, una intervención musical y un breve show del área de ciencias. Iniciación de la marcha hacia el Tabaris, ya convertido en un ámbito teatral de tres salas independientes (Multitabarís Comafi), construidas por Rottenberg. Durante su transcurso, se planificaron tres paradas y, finalmente, la asistencia a obras de teatro y danza.
Para posibilitar su realización en el encuadre de nuestra ciudad, en la calle, fue vital la ayuda de los integrantes de La Defensoría del Pueblo, encabezada por el Dr. Alejandro Amor. Mientras tanto, íbamos recibiendo adhesiones de decenas de representantes de la creación –entre ellos, figuras famosas–, de la ciencia y de numerosas entidades muy importantes. Cuya nómina transcribimos a continuación, en primer lugar, por área de actividades artísticas:
AADET (Asociación Argentina de Empresarios Teatrales); ACE (Asociación de Cronistas del Espectáculo); ADEA (Asociación de Diseñadores Escénicos de Argentina); Argentores (Sociedad General de Autores de Argentina); ARTEI (Asociación Argentina del Teatro Independiente); Asociación Argentina de Actores; CCC (Centro Cultural de la Cooperación); CyTA (Ciencia y Técnica Argentina); DAC (Directores Argentinos Cinematográficos); ESCENA (Espacios Escénicos Autónomos); FAyTC (Frente de Artistas y Trabajadores de las Culturas); Grupos de Teatro Callejero; Red Nacional de Teatro Comunitario; SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música); SADEM (Sociedad Argentina de Músicos); SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes); Teatro x la Identidad; Arte en Lucha Teatro Popular; Asociación Argentina de Investigación y Crítica Teatral; Asociación de Terapias; Cancionero Mujertrova; Centro Cultural Fray Mocho; Centro Cultural Paco Urondo; Colectivo Casona Cultural Caras y Caretas; Diplomatura en Dramaturgia de la Facultad de Filosofía y Letras; El sube y baja; Espacio Educativo Teatro; Festival Internacional de Cine Político; Grupo de Estudios sobre Teatro Contemporáneo; Política y Sociedad en América Latina; Grupo Independiente Vocal; Laboratorio de sonido escénico; Músicos componiendo patria; y Músicos en sintonía fina.
En segundo lugar, por área de actividad científica:
Carrera de Ciencias de la Comunicación FSOC-UBA; Cátedra de Morfología FADU-UBA; CONADU (Federación Nacional de Docentes Universitarios); Universidad Nacional de Avellaneda; Universidad Nacional de General Sarmiento; Universidad Nacional de Hurlingham; Universidad Nacional de las Artes; Universidad Nacional de Quilmes; Universidad Nacional de San Martín; Cátedra Libre de la UNLP-Ciencia, Política y Sociedad; Científicos y Universitarios Autoconvocados de Quilmes (CyUA-UNQ); y Red Argentina de Periodismo Científico.
El día 29 de octubre de 2018, todo salió como fue planificado. Y mejor. Por el entusiasmo, la alegría y la energía de la gente. Participaron centenares de personas. La partida, en la calle, frente a El Picadero: un estremecimiento, un abrazo entre todos. La intervención festiva de la ciencia y la participación musical de Peteco y Homero Carabajal; la adhesión del Consejo Deliberante, el texto de Tito Cossa con su presencia. “Teatro Abierto fue el mayor foco de resistencia cultural a la dictadura cívico militar. De su ejemplo nació, hoy, este encuentro, Encuentro de la Ciencia y el Arte”. ECA es su sigla. ECA alza la voz para que la escuchen otros sectores -especialmente los que tienen responsabilidad política-, para abrir el camino a una sociedad más justa.
La marcha fue asistida por los Grupos de Teatro Callejero (actores ataviados a la manera de la comedia del arte, varios, con zancos) que, durante semanas, estuvieron ensayando con ese fin. La primera parada fue en la vereda del Complejo La Plaza (frente al Teatro Presidente Alvear), donde se presentó el grupo Amores Tangos. La segunda parada fue en el Centro Cultural de la Cooperación (frente al Teatro San Martín), donde cantó Susana Rinaldi junto al Cuarteto de saxofones Cuatro Vientos. La tercera fue en el Obelisco, donde se contó con la participación de los Grupos de la Red Nacional de Teatro Comunitario. En el Teatro Multitabarís Comafi, se presentaron dos obras de Teatro Abierto del ´81: Gris de ausencia y Decir sí, tres espectáculos de danza contemporánea y otros tantos de ciencia. Como acto inaugural, tocó, en la puerta del Teatro, el Grupo de percusión La chilinga. Todo esto movilizó a prestigiosos actores, directores, bailarines y científicos.
La idea de continuar, en los años siguientes (ECA 2019, en adelante), quedó ampliamente garantizada. Sabemos que es necesario. Que la cultura, en nuestro país, requiere, como ocurre con las manifestaciones más auténticas, mostrarse y transmitirse año tras año.
Comentarios de Facebook