DestacadasNotas de Opinión

Con orgullo, decimos: nadie nace en un cuerpo equivocado

Por Gabriela Domínguez y Max Molina

 

 

“Identidad y Orgullo es un asunto de todos/as/es”[1]

 

El pasado 9 de mayo cumplimos y celebramos los diez años de la Ley de Identidad de Género Nro. 26.743. El 17 de mayo fue el Día Internacional contra la discriminación por la orientación sexual y la identidad de género. Y el próximo 28 de junio es el Día Internacional del Orgullo, conocido como el mes internacional del orgullo LGBT. Estos temas son lo que nos hacen ser quienes -no- somos y, sobre ello, reflexionaremos con algunas aproximaciones y respuestas, pero, también, surgirán nuevas preguntas para seguir-nos pensando.

Tenemos el honor de compartir algunas pinceladas de colores y compartir-les, sin agotar estas temáticas, porque la identidad, la discriminación, las violencias y el orgullo nos involucra y nos atraviesa como sociedad y como personas. Son parte de nuestra vida cotidiana, que responden, entre otras cosas, a: ¿quién soy, cómo estoy siendo y desde dónde?

Nos preguntamos: ¿el sexo biológico, la identidad y la expresión de género significan lo mismo?, ¿todes tenemos identidad e identidad de género?, ¿es fobia u odio contra las personas gays, trans y lesbianas?, ¿nacemos en un cuerpo equivocado?, ¿qué celebramos el mes del Orgullo y con cuántos colores pintamos el arcoíris?

“Este es mi mundo, ¿por qué no sentir orgullo de eso? Es mi mundo y no hay razón para ocultarlo ¿De qué sirve vivir si no puedo decir? Soy lo que soy, ¡soy lo que soy!”, con esas palabras, la cantante Sandra Mihanovich, nos susurra cantando.

Es increíble, pero cuando “salís del supuesto placard o closet” diciendo, voluntaria y públicamente, soy gay, trans, bisexual, nos lleva a preguntarnos por qué la sociedad los interpela y cuestiona: ¿cuándo se lo dijiste a tus padres?, ¿cómo fue que te diste cuenta?

Como en la imagen principal de esta nota y en su memoria, la activista travestí Lohana Berkins expresó: “yo nací con una genitalidad, pero, no me encorseta en quién quiero ser. El travestismo -como ella expresaba- viene a irrumpir y romper -lo, exclusivamente,- femenino o masculino”.

 

Nadie nace en un cuerpo equivocado”

 

Desde el viejo paradigma Binario y hetero Cis Normativo se creía que los cuerpos, sexo y género son dos y que la única orientación sexual-genital era la heteroxesualidad, como la norma o el patrón de medida. Toda práctica por fuera de la hetero-norma es “diversa, diferente, anormal o patológica” prescribían los Manuales de Diagnósticos, Estadísticas y Trastornos Mentales (DSM), como “la disforia de género, enfermedades o trastornos mentales por no ser heterosexual o ser una persona trans”, entre otras cosas.

A las personas heterosexuales, ¿se les pregunta desde cuándo son heterosexuales, cuándo lo confesaron y se dieron cuenta?, por supuesto que no, porque, la norma es la heterosexualidad, como práctica sexual y orientación válida y “no tienen que salir de ningún armario ni closet”.

Desde esa hetero-normatividad. algunas personas. expresan: “yo tengo un amigo gay y una amiga lesbiana que son buenas/os y respetuosas/os”. Nos preguntamos, ¿el ser/estar siendo gay o lesbiana es una marca identitaria que garantiza ser buenas y respetuosas personas?

Social, histórica y culturalmente hemos aprendido-aprehendido que si nacíamos con un pene éramos varones-masculinos y el deseo sexo-afectivo debía ser, supuestamente, al sexo-género opuesto “mujer-Femenina”. Y si nacíamos con vulva éramos mujeres y femeninas.

Nos preguntamos, ¿hay sólo una forma de ser masculino(s) y Femenina(s)?, ¿podríamos hablar de masculinidades hegemónicas y las consideradas subalternas, frágiles, y subordinadas?

La Perspectiva de Género, Diversidad y Derechos Humanos evidencia y garantiza que hay más de dos sexos biológicos, ya que, existen las personas intersex. Lo que implica que la dimensión biológica se complejiza y re-dimensiona, porque, nacen personas XXY. Además, todos los penes y vulvas no son del mismo color, tamaño y forma, por lo que, hasta sería un error fáctico, natural y reduccionista -por qué no epistémico- hablar de dos sexos o reducir el género como sinónimo de mujer(es).

“Nadie nace en cuerpo ni envase equivocado”:  ni debe ser alineado a un sexo=género M o F. Nacemos con una genitalidad -que es leída e interpretada- y nos construimos conforme a nuestro desear, sentir, porque, recordemos que “toco mi propio tambor, y el sol sale igual para mí y para ellos”, seguiría susurrando la cantautora Mihanovich.

La ley garantiza la autonomía a las personas sobre sus propios cuerpos e identidad. Y el Decreto 476/2021 reconoce la posibilidad de colocar la letra x en el campo sexo, en el DNI y pasaportes, para quienes no nos identifiquemos como (M)asculino y/o (F)emenina, exclusivamente, y opten por una x. Nos preguntamos: ¿el próximo paso, será quizá, eliminar el campo sexo en el DNI?

Todos/as tenemos una identidad e identidad de género que se entrecruza por muchas variables que nos atraviesan, porque, “somos hermanos, hijas, madres con un origen étnico, en una clase social, situación socioeconómica, diversidad funcional, edad, etc.”.

El género o pensar desde una Perspectiva de Género no se reduce a la palabra mujer, siendo un error epistémico, ni a una identidad u orientación sexual determinada. El género no puede ser pensado de forma pura, por fuera de todo aquello que nos atraviesa como personas.

 

El orgullo de nuestra identidad

 

Queremos destacar algunos puntos fundamentales que nos resultan centrales de la identidad de género y lo que la propia ley garantiza:

*El reconocimiento a la identidad autopercibida y el pleno desarrollo de su persona, recibiendo un trato digno. Esto implica respetar el deseo de cada quien, sobre la base de la percepción personal y personalísima.

*La responsabilidad del Estado de garantizar el acceso a la salud integral de las personas LGTBQINOB+.

*Respecto a los menores de edad (menos de 18 años), si quieren realizar la rectificación registral, deberán realizarla mediante sus representantes legales, “teniendo en cuenta la capacidad progresiva y el interés superior del/a niño/a”. En caso de que sus progenitores se negaren, les niñez tienen derecho, además de contar con un abogado, de recurrir a la justicia, como lo establecen los tratados internacionales y nuestro país. Mediante la ley Nro. 26.021, ratificó, en lo que respecta a la Convención de los derechos de los niños/as y adolescentes.

Imagen extraída de: https://gualeguaychu.gov.ar/apps/dashboard/ftp/web/images/landscape_h__Gualeguaychu_1623333632.jpg

 

Identidad de género, sexo biológico y orientación sexual

 

“Cuando canta el amor y el orgullo silenciamos y erradicamos la discriminación y las violencias y el sol sale para todos/as/es”.

La definición de identidad de género implica que no se necesita de ningún trámite o saber-poder médico, psiquiátrico, jurídico o psicológico que lo determine, dando autonomía, decisión y libertad a las personas. Una verdadera soberanía sobre nuestros cuerpos sexuados y sobre la identidad de género y orientación sexual.

Las normas internacionales de Derechos Humanos, declaradas por la comunidad internacional en el 2006, conocidas como Los principios de Yogyakarta, exhortan a los países a la “aplicación de la legislación en relación a la identidad de género”.

La Licenciada en educación Gabriela Ramos, en relación a estos temas, nos menciona la importancia de la Educación Sexual Integral (ESI) Ley Nacional Nro 26.150[1].  Expresa, firmemente, que: “estamos comprometides por una educación en libertad y sin violencias. Los chistes utilizados como insultos: puto, maricón, puta y otros, donde, antes, nos   limitábamos a decir que eso no se dice, hoy, frente a esos supuestos insultos, debemos preguntar-nos: ¿se piensa y se actúa en consecuencia?

Para Ramos, especialista en sexualidad y género, el día, semana o mes del Orgullo “es un   día para reflexionar, visibilizar y sensibilizar sobre el odio que se ejerce sobre toda la comunidad LGBTQINOB+. El espacio educativo es el lugar que debe garantizar la igualdad, valorando y respetando la(s) diferencia(s). En muchas instituciones educativas, izamos, también, la bandera de los siete colores en honor a la diversidad”.

El sexo biológico son las características leídas e interpretadas al nacer, conformada por cromosomas, genitales y hormonas que nos etiquetan como varones o mujeres.

El sexo biológico no define, ni determina la identidad género, la expresión, ni la orientación sexual. “La ideología dicotómica de género es anterior y más fuerte que el sexo biológico. No sólo lo lee como un signo que interpreta, sino, que lo escribe y lo corrige… (…) …el mismo sexo biológico es producto de una lectura cultural”[2].

La expresión de género es el conjunto de comportamientos, de conductas (formas de vestir accesorios, modismos, etc.) con el que, cada quien, se manifiesta en la sociedad, que, muchas veces, asigna un rol de género. Y ese rol es asumido por miedo al rechazo, la discriminación o la violencia y oprime cuando no coincide con nuestra identidad, ni el deseo que nos habita.

La importancia de la Identidad de Género como la vivencia interna, personalísima y subjetiva de cada quien. La importancia de cada persona de cómo quiere ser llamado o nombrade más allá de la genitalidad o la expresión de género o los roles de género asignado(s) se enmarca dentro de los Derechos Humanos.

La orientación sexual -que no es elección, en todo caso, será elección inconciente- es la atracción sexo-afectiva-amorosa-genital hacia otras personas. Las orientaciones pueden ser bisexual, homosexual, heterosexual, pansexual y asexual. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró, en 1990, “que la orientación sexual, por sí misma, no debe ser vista como un trastorno”.

 

Día internacional contra la discriminación por la orientación sexual

 

La OMS, desde 1990, estableció y reconoció que el día 17 de mayo se celebre, visibilice y concientice contra la discriminación por la identidad de género y la orientación sexual porque  “no son enfermedades”.

Imagen extraída de https://www.telam.com.ar/notas/201507/113632-oms-ley-de-identidad-de-genero-argentina.html

El día internacional contra la discriminación por identidad de género y la orientación sexual es una jornada para seguir pensando y haciendo visibles las violencias a las personas de la ciudadanía-comunidad LGBTQINOB+.

Junio es el mes del orgullo. En nuestro país, se comenzó realizando la marcha en esa fecha, como la marcha del orgullo LGTB, desde1992. A partir de 1997, por motivos varios, la marcha se corrió al primer sábado de noviembre, en conmemoración a la fundación Nuestro mundo, que fue el primer grupo homosexual en nuestro país y en toda América Latina.

La palabra discriminación implica “distinguir, separar, clasificar”. Puedo discriminar o distinguir de forma positiva o negativa. La discriminación es negativa cuando la separación y clasificación del otro -quien suponemos diferente- es entendido como un problema, inferior y establecemos jerarquías superiores e inferiores por ser mujer, femenina, trasn, gays, lesbiana, no binaria y más.

La discriminación es negativa cuando lo diferente debe ser etiquetado y se naturaliza y jerarquiza a unos sobre otros, estableciendo lo normal, natural, como también, lo anormal y antinatural, frente a identidades de género u orientaciones sexuales.

La discriminación es positiva cuando se garantizan recursos, se proponen programas, dando posibilidades y facilitando el acceso para que quien está en des-igualdad y pueda acceder a derechos. Por ejemplo, la Ley de cupos femenino para eventos musicales es una forma de distinguir de forma positiva. Nos preguntamos: ¿Cómo pensamos y vemos la discriminación?

La psicóloga, psicoanalista e investigadora Valeria Cayón, integrante de la Escuela Freudiana de Buenos Aires (EFBA), nos comparte su reflexión:

“El psicoanalista Sigmund Freud de-mostró que se debe interrogar, incluso, lo que ya tiene supuestas respuestas y aún más. Freud nos enseñó a interrogar lo que se suponía insignificante, lo que podría resultar respuesta a un enigma. En 1905, publicó Tres ensayos de la teoría sexual y, allí, sostuvo, no sólo, el lugar de la sexualidad infantil, sino, que toda orientación y posición sexual debe ser interrogada. Los psicoanalistas recibimos a sujetos donde escuchamos una historia que es única, particular y singular, caso por caso. No hay naturaleza humana que sea destino y es el deseo el motor de nuestra vida como personas.

Muchas veces, escuchamos hablar de fobia=miedo a homosexuales, lesbianas, bisexuales y trans. La palabra fobia, es decir, la homo-les-bi-trans: fobia no existe, porque, no es miedo (fobia). Lo que existe es odio, rechazo, discriminación y violencia bajo de la idea de fobia.

Al respecto, la licenciada en Psicología Soledad López, quien trabaja en la Línea 144, perteneciente al Ministerio de Mujeres, Género y Diversidades, reflexiona con nosotres: “pensar en fobia es hablar de patologización y eso nos aleja de la verdadera problemática social y estructural que es el odio, el rechazo y la discriminación. Desde el Psicoanálisis, ya se han caído los significantes hombre y mujer como únicos lugares posibles de construir-nos y sentir-nos”.

 

«Soy lo que soy y con los colores que pintan la bandera del arcoíris»

 

El mes del orgullo tiene origen en Nueva York -en el bar Stonewall- un 28 de junio de 1969, cuando la comunidad LGTBQINOB+ enfrenta el acoso y violencia de las fuerzas policiales por sus expresiones y manifestaciones diversas ¿Diversas a quién o quiénes?

La noción básica de orgullo LGTBIQNOB+ implica que nadie tenga miedo o vergüenza de lo que es, sea cual sea su sexo biológico, identidad, expresión de género u orientación sexual.

“En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política”. Esta es una de las frases que nos dejó, como legado, el activista y militante que fundó la CHA (Comunidad Homosexual Argentina), Carlos Jáuregui.

Sandra Mihanovich nos sigue susurrando: “soy lo que soy, no tengo que dar excusa por ello. No quiero piedad, no busco aplausos y ¿por qué tengo que amar según lo que los otros dicen?”.

La bandera del arcoíris: tuvo su origen en 1978 y, hasta la actualidad, tuvieron varias versiones, pasando de 6 a 8 franjas de colores que, no sólo, representan identidades y expresiones de géneros, sino, religiones, etnias, personas con VIH, personas marginadas y todo lo que implica hablar de diversidad y diversidad sexual.

Los diversos colores representan: la salud, la vida, el sexo/sexualidad, el sol, el arte o la magia, la serenidad, la libertad y el espíritu. Icemos la bandera de la diversidad, que nos generará tanta alegría y emoción como cuando el cielo se viste con el arcoíris, porque vivimos en una trama de colores, un entramado en la que todes estamos y somos parte.

 

Conclusiones

 

Hablar de la diversidad sexual es hablar del amor, de nuestros afectos, identidades, de nuestra vida cotidiana y de la forma en que nos relacionamos.

Hablar de diversidad -que siempre es sexual- es hablar de cómo habitamos nuestros cuerpos. Es hablar de genitalidad, de identidades de género, de deseos, de salud sexual y reproductiva, reconociéndonos como seres sexuados desde una dimensión biológica, psíquica social, cultural e histórica.

La sexualidad es parte central de nuestra vida, desde que nacemos, hasta que morimos y es expresada en sentimientos, emociones, comportamientos, conductas y las formas de relacionarnos, expresarnos y vincularnos con otres.

Reflexionar desde el paradigma de la diversidad y de los derechos humanos implica reconocer y respetar -en ese más allá de la tolerancia- los matices de la diversidad en las identidades y expresiones.

La música es una de las formas de expresar y visibilizar la multiplicidad de diversidades y expresiones que se pone en juego en las distintas voces. Por eso, decimos: “merecer la vida no es callar ni consentir tantas injusticias repetidas. Es una actitud de dignidad e identidad, honrar la vida”, como nos canta Eladia Blázquez.

Sabemos que “nadie puede dar una respuesta, ni decir qué puerta hay que tocar”, como nos expresan los cantautores argentinos Baglietto y Garré. La cantautora Marilina Ross susurrará, en la voz de Sandra Mihanovich, que, a viva voz, nos cantará: “y nuestros cuerpos festejaron juntos… (…) …y nos amamos descaradamente, alucinando al gordito de gafas que fue corriendo a cambiarse los lentes”.

Nos preguntamos: ¿con qué ojos y gafas miramos la identidad, la diversidad y la discriminación? Pensarnos “iguales y diversos es la llave para salir de las encrucijadas que se sostienen en los prejuicios y estereotipos”, que nos limitan y oprimen. Encrucijadas que no nos permiten que  vivamos bajo el paraguas o un cielo con arcoíris con una sexualidad libre, responsable y placentera, intentando habitar nuestro deseo.


[1] Ley Nacional de Educación Sexual Integral del año 2006 y donde el Consejo Federal de Educación, con la resolución 340/2018, estableció los cinco ejes de contenidos que dialogan para garantizar la integralidad que requiere hablar de sexualidad, de acuerdo a los niveles educativos.

[2] Sexualidades Migrantes “Género y transgénero, Diana Maffía (Compiladora), Editorial Librería de las mujeres: Feminaria, Bs. As, 2009, pág. 7.

[3] Utilizaremos de forma indistinta para expresarnos la e, porque, el lenguaje construye subjetividades y visibiliza u oculta realidades y, en honor a la Ley de Identidad de género y respetando al lector sobre cómo quiere ser nombrado/a o llamade y que está por fuera de lo masculino y/o lo femenino.


Max Molina es abogade. Especialista en ESI. Diplomadx en Género y Gestión Institucional. No Binarie. Docente en Instituciones Educativas dependientes del GCBA. Integrante de la Asociación de Músicos/as de Buenos Aires (AMIBA) y columnista del bloque de género del programa radial Perspectivas en si (AMIBA).

Gabriela Mariel Domínguez es licenciada en Psicología por la UBA. Diplomada en Género aplicada a la Bioética y en Violencia de Género. Integrante del Equipo de capacitación en perspectiva de género en el marco de la Ley Micaela en el Honorable Senado de la Nación (HSN). Tutora y docente del seminario con perspectiva de género en el trabajo legislativo en la Diplomatura en gestión parlamentaria del Senado de la Nación. Miembro titular del comité de seguimiento de violencia laboral y género. Referente del programa de capacitación de competencias transversales en la Dirección de Capacitación del HSN del Congreso de la Nación.

Comentarios de Facebook

Publicaciones relacionadas

Cerrar
Ir a la barra de herramientas