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Celebramos, con fervor, 17 años de la ESI (Educación Sexual Integral)

¿Todas/os/es entendemos lo mismo cuando hablamos de ESI y sexualidad? ¿La ESI es un tema de Derechos Humanos (DD.HH.)? ¿Qué se enseña y  aprende en ESI? ¿Por qué es Integral?

¡Con cuarenta años de Democracia, celebramos con fervor, 17 años de Ley Nro 26.150, que no necesita ni plebiscito, ni referéndum: la educación sexual integral!

 

El 4 de octubre de 2010 se sancionó la Ley Nro 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI), que reconoce el derecho “que tienen los estudiantes de recibir ESI en todos los establecimientos educativos, de forma transversal y/o específica, sea de gestión privada o pública, en todos los niveles y modalidades educativas”.

UNICEF (el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), que es un organismo de la Organización de Naciones Unidas (ONU), junto a EsConEsi, lanzaron la campaña digital ”Con La ESI ganamos” para celebrar esta política pública que, desde su implementación, acompañó y profundizó la conquista de derechos de niñas, niños y adolescentes.

El Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD) llevó adelante distintas acciones abordando los contenidos de la ESI en el marco del Programa Nacional de Prevención de las Violencias por Motivos de Género, que es parte del Plan Nacional de Acción contra las Violencias de Género 2020-2022 y 2022-2024. El objetivo principal es promover la perspectiva de género y diversidad en las trayectorias educativas desde un enfoque de DD.HH.

 

 

Hablar de ESI es hablar DD.HH. y diversidad

 

La educación, la no violencia, la dignidad, el derechos de las infancias a “ser escuchados, a la integridad, a la identidad, a la no discriminación, la igualdad”, entre otros, son DD.HH.

Los DD.HH. son los derechos que tenemos por nuestra condición humana y los distintos pactos y tratados internacionales afirman y declaran que son “universales, irrenunciables, inherentes a nuestra condición e interdependientes”.

La Argentina, como Estado-Parte, además del compromiso interno por los DD.HH., firmó adhesión y cumplimiento a los tratados sobre DD.HH., por lo que, sostengo que tenemos un compromiso “legal, ético, social y moral” con  la comunidad internacional[1].

 

“Este paradigma de diversidad y DD.HH.” forma los anteojos que nos permite vernos y mirarnos como seres íntegros y como sujetos sexuales, lo cual es central en nuestra vida.

Y la sexualidad abarca las relaciones de género, el placer, el erotismo, la genitalidad, las relaciones sexuales, las emociones, el placer, la intimidad expresada en roles, vestimentas, actitudes, formas de vincularnos, conductas, prácticas y creencias impregnadas de la dimensión y aspecto social, cultural, biológico, psicológico, económico, histórico, ético, religioso y de todo con lo que estamos entramados y que “nos hace ser quienes estamos siendo y sintiendo”.

Hablar de diversidad es hablar de la vida cotidiana, es reconocernos como seres sexuados y sexuales distintos, con una orientación, identidad, cuerpo y expresión diferente. Es re-conocernos con derechos inherentes a nuestra condición de seres humanos. “La orientación sexual y la identidad de género ingresó al corpus jurídico-filosófico de los DD.HH. en nuestro país y en la comunidad internacional”[2].

Foto: gentileza de locos por la docencia.com

 

 

¿Y el lenguaje?: “El lenguaje no se prohíbe

 

Es un tema de debate, polémica y estudios, pero, ha sido instalado con personas a favor y otres en contra. Y, al respecto del mismo, reflexionaré unas breves consideraciones.

Hablar desde el desdoblamiento del discurso, utilizando la barra (chicos/chicas-alumnos/alumnas) responde a reconocer a los dos sexos y géneros. Si nos expresamos con un @ (tod@s) podemos escribirlo, pero, ¿cómo lo expresamos verbalmente?

La opción de escribir con la x (todxs) y con la e (todes) son formas donde no aparece un lenguaje sexista (relativo a los sexos), ni discriminador que visibilice a unas/os e in-visibilice a otres.

“Lo que no se nombra no existe”, decía el filósofo George Steiner y, por ello, es importante utilizar expresiones que incluyan, nombren y permitan visibilizar geografías y realidades para quienes estuvieron invisibilizades.

Como personas tenemos el derecho a ser identificades y ser nombradas/os/es conforme a nuestra identidad de género, como lo expresa Ley de Identidad de Género N° 26.743 ¿Me pregunto por qué resistimos a un uso inclusivo? ¿Serán las prácticas, los usos y costumbres lo que genera una normativa lingüística? ¿Cuál sería la forma de hablar y escribir incluyendo y visibilizando?”[3].

En nuestro país, se sancionó el Decreto Nro. 476/2021, en concordancia con la Ley de Identidad de Género 26.743 que, haciendo eco en los DD.HH. y en las recomendaciones internacionales, legalizó y legítimo “formas de vivir, sentir-nos, expresar-nos y desear que no se limitan a dos sexos ni a dos géneros (F o M), pudiendo colocar en el campo sexo la letra x en el DNI, pasaporte. Y la directora del Observatorio de Género, la Dra. Diana Maffia afirma: “el lenguaje no se prohíbe”[4].

Este año, en concordancia a la normativa de nuestro Código Civil y Comercial Argentino y haciendo eco en el artículo 5 de la ley Nro. 26.743, el Registro del estado civil y capacidad de las personas resolvió que  adolescentes entre 13 y 18 años pueden realizar cambio registral de sexo-género en el DNI sin autorización de sus progenitores o referentes afectivos ejerciendo sus propios derechos.

 

 

¿Qué contenidos se enseñan/aprenden en ESI?

 

La tercera letra de la ESI es la I de integral, porque somos seres humanos biológicos, psicológicos y sociales (bio-psico-sociales), pero, también, con la I de inclusiva e interdisciplinaria.

La propuesta pedagógica de la ESI aborda los conceptos de manera transversal y en espacios específicos e incluye el desarrollo de saberes y habilidades sobre los cinco ejes conceptuales en los que se trabaja. Además, promueve el trabajo articulado con centros de salud, organizaciones sociales, ONGs y familias.

La ESI promueve saberes y habilidades para desaprender mandatos que nos oprimen o censuran emociones, formas de ser, sentir y expresar-nos con respeto.

La ESI implica “pensarnos con otros iguales, pero, diferentes, únicos y singulares”[5] y, como se promueve la escucha y la diversidad de expresiones, se “aprende y enseña” cual proceso diléctico y dialógico.

Según la definición de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, la Ciencia y la Educación): “La ESI: se trata de un proceso basado en un currículo para aprender acerca de los aspectos cognitivos, emocionales, físicos y sociales”.

Los contenidos de la ESI están establecidos por el Consejos Federal de Educación en el Anexo Nro. 340/18[6], considerando niveles, edades, etapas y áreas, siendo estos los cincos ejes de contenidos:

Valorar la afectividad: hablar de afectividad es considerar las emociones y sentimientos que están presentes en los vínculos interpersonales y se manifiestan en las organizaciones, como la familia, la escuela, los clubes, etc.

Respetar la diversidad: es re-conocernos iguales humanamente, pero, diversos y únicos. Implica respetar la diversidad familiar, corporal, cultural, ideológica, étnica o por capacidades diferentes o discapacidades y sabernos como un entramado de hilos y colores que des-arman y des-contruyen nuestra historia-vida y nos hace diferentes.

Ejercer nuestros derechos: implica sabernos sujetos de derecho capaces de decidir, expresar-nos y ser escuchades. Pudiendo elegir tener una sexualidad libre, cuidada y responsable.

Cuidar el cuerpo y la salud: hablar de la salud como DD.HH. no implica ausencia de enfermedad, sino, bienestar y equilibrio “físico, psicológico, social, económico, físico, emocional y afectivo”.

Reconocer la perspectiva de género: implica repensar de forma crítica las relaciones, lo estereotipos y prejuicios respecto a varones y lo masculino, mujeres y lo femenino y cómo se expresa el entramado por la raza, color, origen, familia, condiciones socio-económicas, lo cual, “no se reduce al concepto de mujer ni violencia”, ya que, incurrimos en un error de reducción epistémico y violencia simbólica.

Cómo escribí en un prólogo de un libro de historia: “siempre hay educación sexual”, porque hay cuerpos, sentires, relaciones de poder, vínculos y des-construcción de verdades”[7].

A los cuerpos se los interpreta, son semiotizados, a veces, disciplinados y se les asignan roles, funciones, accesorios, oficios, profesiones, etc.

Como seres sociales, tenemos modos de vincularnos y relacionarnos. Y la sexualidad tiene dimensiones esenciales en la construcción de las subjetividades, valorando algunas posiciones y silenciando otras. Y está presente en las formas en que nos vinculamos con los demás.

Invito a reflexionar: ¿Por qué nos seguimos resistiendo a un DD.HH., como lo son los contenidos de la  ESI?

Desde Con Fervor, celebramos los DD.HH., con los 17 años de la ESI, dentro de los 40 años de la querida democracia, ¿vos?

Quiero cerrar con las palabras de la Dra. Graciela Morgade, quien, en una nota publicada en Télam, nos invita a reflexionar: “La ESI busca una vida libre de violencias, en la que cada persona pueda desarrollarse lo más ampliamente posible y en la que la vida en común no sea una amenaza, sino, una oportunidad… (…) ¿Deseamos volver para atrás?”[8].


[1]https://www.un.org/eshttps://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights

[2] Max Molina, Anuario publicado  FILOCAM 2022; Edición  DYD , Bs. As. Pag 130

[3] Max Molina, Anuario publicado FILOCAM 2022; Edición DYD, Bs. As. Pág 131.

[4] https://www.youtube.com/watch?v=Yr5WdSZq7IY Por Diana Maffia (Dra. en Filosofía y directora del Observatorio de Género)

[5] https://fervor.com.ar/15-anos-de-la-esi-educacion-sexual-integral/por Max Molina.

[6] https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/anexo_resolucion_cfe_340_18_0.pdf

[7] David Centurión; “Manuel Ugarte Historia de un olvido”; Edición Cuatro Vientos, 2022, Bs. As.  (Prólogo de Max Molina pág 19)

[8] Por la Dra. Graciela Morgade. https://www.telam.com.ar/notas/202309/638837-la-esi-es-amor.html

Max Molina es 1er Abogade No binarie, especialista en ESI, Género y Gestión Institucional. Docente. Columnista-escritora. Integrante de @AMIBA; @filocam, @ruta Argentina ESI. Autor de Juego de Naipes ESI para mayores de 13 años ESI: Tiempo de Jugar. Asesor/ integrante en el Consejo de Derechos de Niños/as y Adolescentes.

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