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Víctor Hugo Vargas: “entendemos la cultura popular en un sentido amplio y político”

El Centro Cultural y Biblioteca Popular El Sueñero es una asociación civil ubicada entre los barrios de La Boca y Barracas, en la Comuna 4 de la Ciudad de Buenos Aires. El nombre del espacio es un homenaje a la famosa historieta homónima, con guión y dibujos del gran artista argentino Enrique Breccia, que fuera realizada en 1984. Con fuerte contenido político, Breccia despliega ideas sobre la reciente dictadura cívico-militar, la guerra de Malvinas, la deuda externa y el rescate de lo nacional frente a lo extranjero.

Como explican sus integrantes: “Somos el Centro Cultural y Biblioteca Popular El Sueñero, un colectivo de militantes políticos… (…) …somos militantes y políticos, porque entendemos que la política es la herramienta capaz de transformar las realidades injustas. Creemos en la organización como eje de la construcción de la política; la participación y el protagonismo popular como motores del compromiso de hacer de nuestro país un lugar más digno para nuestro pueblo (…) …un espacio de creación, expresión y desarrollo de proyectos y propuestas culturales que no tienen espacio en nuestra ciudad; formando y contribuyendo, desde la cultura, a mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo”.

Entrevistamos a su presidente, Víctor Hugo Vargas, y hablamos sobre su historia, su actividad actual y su visión sobre la situación de la cultura en el barrio de La Boca, la Comuna 4 y la Ciudad de Buenos Aires.

Con Fervor: Contanos quiénes conforman El Sueñero y dónde está ubicado.

Víctor Hugo Vargas: El Centro Cultural y Biblioteca Popular El Sueñero está ubicado en Tomás Liberti 1133 y 1135, entre los barrios de La Boca y Barracas, al sur de la ciudad de Buenos Aires. Somos un colectivo de compañerxs, que estamos en el barrio hace más de 12 años.

CF: ¿Cuándo y por qué decidieron crear este espacio cultural?

VHV: Fundamos el Centro Cultural en el año 2010, porque advertimos, en el sur de la ciudad, una gran desigualdad de oportunidades culturales y educativas. Una carencia de acceso a instancias formativas, a espectáculos y muestras de calidad, equivalente a la carencia de acceso a espacios donde las/os artistas locales puedan expresarse. Nuestra propuesta es #OrganizarParaTransformar esa realidad y lo estamos haciendo en nuestro barrio, junto a nuestra comunidad.

Foto: @ccelsueñero.

CF: Contanos sobre su historia, su recorrido colectivo desde su fundación al día de hoy.

VHV: El proyecto comenzó a concretarse, inicialmente, con la creación de una Biblioteca Popular, brindando actividades para niñxs, adolescentes y jóvenes: ciclos de cine, teatro y títeres, así como apoyo escolar primario y secundario. También, mediante capacitaciones dirigidas, particularmente, a jóvenes y articuladas con el Ministerio de Trabajo, a través de talleres de oficios, como herramienta para una futura salida laboral. Con el correr del tiempo, algunas de esas actividades fueron adecuándose a las demandas y necesidades de la comunidad.

Actualmente, nuestras expresiones más visibles están identificadas con la murga porteña, el tango y el folklore. Sin embargo, entendemos la cultura popular en un sentido amplio y político, por lo cual, desarrollamos una huerta urbana y una biblioteca popular, además de talleres, ciclos, charlas de divulgación y conversatorios sobre temas que atraviesan al barrio y a la ciudad. Nuestros ejes son la cultura popular, los derechos humanos y la soberanía alimentaria. Y nos comprometemos a que todos los proyectos que gestamos estén cruzados transversalmente por una perspectiva democrática y feminista.

CF: ¿Qué tipo de actividades realizan?

VHV: Durante estos años hemos realizado talleres y cursos de ajedrez, artes marciales, artes visuales, canto, comedia musical, danza folclórica, danza creativa, danza tango, ensamble instrumental, expresión corporal, fotografía, guitarra, informática, serigrafía, teatro, tenis de mesa y yoga, entre otras disciplinas. Ciclos relacionados a expresiones artísticas del orden de la murga, el tango, el folclore, el cine, el teatro, la narración oral y la literatura. Charlas informativas sobre problemáticas de la educación pública, la salud, cuestiones de género, vivienda, el trabajo, la cultura y la soberanía alimentaria, entre otras.

Asimismo, siempre nos gustó realizar actividades en nuestra vereda o nuestra calle, que hoy denominamos Veredazos, como instancia de encuentro y recuperación del espacio público, que, años atrás, fuese punto de encuentro para el mate y la charla entre vecinxs, mientras lxs niñxs podían jugar a la vista de lxs adultxs.

En la actualidad, de lunes a viernes, se brindan talleres culturales para vecinas/os de distintas edades. Los sábados por la mañana, hacemos los encuentros de mantenimiento de la Huerta Urbana, que armamos con jóvenes del barrio en la terraza de nuestra casa, en simultáneo con la entrega de productos de agricultura familiar y producción cooperativa, como un modo de replantear y reflexionar sobre la alimentación y la vinculación de la ciudad con el medio ambiente.

Foto: @ccelsueñero.

CF: ¿Qué contacto tienen con las/os vecinas/os del barrio de La Boca y Barracas y la Comuna 4?

VHV: A nivel barrial, articulamos con otras organizaciones en lo relacionado a derechos humanos, educación y agenda de género. También, y gracias a estas vinculaciones, funciona, en nuestro espacio, un Centro de Jubiladas/os, que tiene, en El Sueñero, un espacio de encuentro y sociabilidad, así como, la posibilidad de brindar talleres destinados a adultxs mayores.

En ese sentido, cabe destacar la experiencia que venimos desarrollando en la creación del CCC4 (Circuito Cultural Comuna 4), donde participan distintos espacios culturales de la Comuna 4, con la finalidad de armar, de manera articulada, una agenda comunal y territorial desde el sur de la ciudad.

CF: ¿Cómo ves la situación de la cultura en la ciudad de Buenos Aires?

VHV: Está muy compleja, desde la situación en la que vivimos hoy. Pasar de políticas activas con la cultura, desde el 2003 en adelante; hasta ver un gobierno como el del PRO, donde el Ministerio de Cultura de la Nación desapareció. Luego, vino la pandemia, vivir el encierro como algo novedoso. La ciudad de Buenos Aires, que gestiona 15 comunas y que pareciera que no le entran balas. Considerando que achican el presupuesto cada vez más en el Ministerio de Cultura de la CABA. Ni que hablar, la falta de promoción de espacios culturales autogestivos.

CF: ¿Qué relación tienen con las/os comuneras/os? ¿Se han acercado a su espacio?

VHV: Hemos realizado un vínculo bueno con la Comuna 4, a través del presidente de ella. Hemos realizado actividades con una envergadura territorial y comunal más que admirable. Acompañando desde la logística y la difusión. Estamos convencidos de que articular con la misma es más que importante.

CF: ¿Qué políticas culturales te parece que son necesarias para mejorar la situación cultural?

VHV: Ayuda económica y fomento del sector. Difusión y acompañamiento de los procesos. Y sacar lo mejor para ver la cultura popular, no como agentes de consumos culturales, sino, también, como trabajadoras/es de la cultura.

 

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Santiago Julián Alonso es artista plástico, escritor y periodista. Vive en el barrio de Palermo, Comuna 14, CABA.

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