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Goya, nuestro contemporáneo

Resignificación de la pintura Los fusilamientos de Madrid (1814), de Francisco de Goya, en clave Libertaria.  O Cuando los sueños de la razón producen monstruos.

Cada hecho, según la época, tiene su(s) lectura(s). Afirmación esta discutible para las/os que sostienen que sólo hay interpretaciones.

 

Hecho 1

 

España. Europa. 1808. Los fusilamientos producidos en las noches del 2 y 3 de mayo de 1808 en Madrid, por parte del ejército francés, fueron registrados por el maestro Goya en dos obras: El 2 de mayo de 1808 en Madrid o La lucha de los mamelucos (mercenarios egipcios al servicio del ejército francés) y Los fusilamientos del 3 de mayo en la montaña del Príncipe Pio. Ambos, relatan pictóricamente las luchas por la Independencia de España por parte del pueblo español.

A Goya siempre se vuelve. Siempre sorprende. Esta vez, en Los fusilamientos descubrí que la temática y los grupos representados adquirían una resignificación a destacar y pensé: ¡Goya es contemporáneo!

Simbólicamente es una obra entre luces y sombras. Como la(s) historia(s). Aparecen en el lienzo (de 2,68 por 3,47 m) dos grandes secciones (divididas por una diagonal). En las zonas más oscuras, lúgubres, Goya pinta al ejército francés, al enemigo. No tienen rostros y están de espaldas al/la espectador/a. Hombres con uniformes y armas se muestran en bloque dispuestos a disparar como si fueran “máquinas de matar”.

En las partes con más luz aparecen las víctimas. Todos tienen rostros excepto dos, incapaces de soportar tanto horror. Representan el arquetipo del pueblo español y fueron pintados en grupos: los que están de rodillas en el centro de la escena, los que esperan a ser fusilados y los asesinados. Entre las víctimas se destaca un hombre de camisa blanca también de rodillas. Toda la luz está dirigida hacia él, que eleva sus brazos en cruz. Se lo ve sin armas, como al resto ¿Un nuevo sacrificado por la independencia española?  ¿Imagen simbólica de inocencia y esperanza a la vez?

Los trazos gruesos y blancos son la antesala del impresionismo. Cézanne reconoce en Goya su inspirador.

¿Por qué sostener que Goya es contemporáneo? Porque sigue siendo fuente de reflexión y de inspiración. Te cuento algunos ejemplos.

 

Hecho 2

 

En 1989, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota presentaron su cuarto disco: ¡Bang! ¡Bang! Estás liquidado.

¿Cómo fue? En febrero de ese año, unos días después del Asalto al Cuartel de la Tablada (en La Matanza), por parte del Movimiento Todos por la Patria (41 muertos), los músicos se encerraron durante dos semanas en el Estudio Del Cielito, en Parque Leloir, a grabar el disco. Eran los últimos meses de la presidencia de Raúl Alfonsín.

La tapa del álbum es de Ricardo “El mono” Cohen, más conocido como Rocambole. Se inspiró en la obra aquí analizada y decidió, en vez de soldados, dibujar miembros de la Cruz Roja con fusiles (“no se puede confiar en nadie”, decía a menudo). Como, también, había leído que Goya presenció los fusilamientos a través de una ventana, lo dibujó como observador junto a un perro con cara de revolver. Licencias de las/os artistas.

Cuando el maestro Aragonés escribe, en uno de sus grabados de la serie Caprichos, “los sueños de la razón generan monstruos” hace referencia, por los menos, a dos aspectos. Lo monstruoso como generador de lo siniestro, lo oscuro, lo tenebroso, lo que quita el sueño, lo que desvela. Y lo monstruoso como posibilidad para el acto creativo.

 

Hecho 3

 

En 2003, se publica el libro Los sueños de la razón, de José Antonio Marina. Filósofo y escritor español. Esta vez, el título del grabado número 43 fue inspiración para un ensayo sobre la experiencia política de la Revolución Americana y la Francesa, que viene a cuento: “El objetivo esencial de la política consiste en organizar adecuadamente a la sociedad, resolviendo los conflictos y desarrollando los planos de un ámbito de convivencia donde todos querríamos vivir”.

Goya, Saturno devorando a su hijo.

 

Hecho 4

 

2019. Museo del Prado. España.

El sueño de la razón produce monstruos es el título de la novela de la periodista y escritora española Berna González Harbour. “Me inspire en Goya porque pintó nuestra gran capacidad de crear, pero, también, de destruir, de autodestruirnos”, le respondió a un periodista.

Así, podría seguir mencionando lo que Goya sigue generando: muestras de arte (Dalí dibujó, publicó y expuso sus propios Caprichos), libros en el campo de la salud, de las leyes y más.

 

Hecho 5

 

Hoy, la Argentina.

Una foto de buena calidad en un libro de arte hizo que me detuviera en la pintura sobre los fusilamientos. Sentí que Goya resucitaba, me increpaba y lanzaba sobre mí una orden sin anestesia: ponele nombre a las víctimas que pinté hace más de dos siglos. Resignificalas.

Entré en pánico y le grité: ¡YO, yo soy una de ellas! YO, clase media profesional, artista plástica y escritora. Mi respuesta me asustó, mi descontrol en el tono que se lo dije, también.

Vienen por mí- reflexioné- y por todas/os las/os que nacimos en una familia de obreras/os y empleadas/os administrativas/os que, con esfuerzos, accedimos a la universidad pública y ascendimos socialmente.

Y me reconocí en el cuadro dentro del grupo de las/os próximas/os fusiladas/os, porque, más del 40 % de la población ya está en el piso, como los asesinados por el ejército francés.

¿Qué es lo que lleva a más del 50% de la población a coincidir con el discurso libertario?

Goya se adelantó a su época. Fue uno de los primeros artistas en retratar la vida cotidiana y los acontecimientos políticos y sociales de una forma muy realista. De las luces y climas festivos a las sombras. Del Iluminismo a la Inquisición, al Absolutismo. De paisajes naturales y claros al horror de la guerra y las pesadillas.

Se conoce con el nombre de Pinturas negras a una serie de catorce obras donde el artista expresa su pensamiento pesimista, destructivo de la condición humana, usando pigmentos oscuros. Saturno devorando a su hijo es, tal vez, una de las más impactantes.

La gloria y el ocaso. La vida y la decrepitud del paso del tiempo. Sus obras están llenas de mensajes. La razón como monstruo y destructor o la razón que se serena y da lugar.

Los -mal llamados- libertarios desplegaron su discurso y accionar a lo largo y ancho del país. Nos están “pintando” un nuevo-viejo escenario.

Vos, yo ¿vamos a intervenirlo? ¿Cómo?


Silvia Dasso es docente, Lic. en Sociología (UBA), Master en Gestión de Instituciones Educativas, Universidad de San Andrés (Udesa). Fundadora y directora del Colegio Bilingüe Jardín-Primaria-Secundaria en CABA. Consultora y selectora de personal en el ámbito educativo. Escritora y artista plástica. Vive en Palermo, Comuna 14, CABA.

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