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Boca de Gallo en La Gloria
En el corazón del barrio de Almagro (Comuna 5, CABA), chispea un rincón exquisito para el teatro: La Gloria. Donde este domingo 3 de noviembre se estrena Rastros del gesto analógico del grupo Boca de Gallo. Obra ganadora del Premio ARTEI (Asociación Argentina Del Teatro Independiente), en su 12° Edición 2024, galardón que gratifica con un sustento económico, además de generar instancias de coproducción y trabajo conjunto entre salas y grupos teatrales independientes.
Con Fervor: Presentanos a La Gloria.
Gloria Cingolani: La Gloria es un deseo cumplido. Surge en un momento medio convulsivo mío (2013), en donde tenía ganas de estar, también, del otro lado del teatro porque me interesa la gestión, ver cómo surgen y acompañar los proyectos y, también, hacer algún proyecto propio. Tener un lugar en donde lxs actorxs -soy actriz-, estemos en comodidad. Estemos como en una casa. Este lugar me impactó porque es una casa antigua. Me impulsó darle ese espíritu de casona para que el público se acostumbre a venir a ver teatro y estén en un espacio placentero, solamente para meterse en el mundo del teatro.
Empezó teniendo otro nombre, pero después lo tuve que cambiar. Y no es que sea un tema de ego, que capaz que sí… (ríe) Pero amigxs, maestrxs me dijeron, ponele la gloria, la gloriosa. Rubén Szuchmacher, sobre todo, dijo: “ponele la gloriosa, gloria, es hermoso ese nombre.” Y bueno, lo puse. La Gloria es un espacio teatral. Es un teatro más, un teatro independiente.
CF: 2013, otro contexto, ¿otra Argentina?
GC: En el 2013 adquirí la propiedad y en 2014 se hicieron los primeros estrenos, donde estuvo Mónica Cabrera colaborando muchísimo. Era un contexto lindo cuando se empezó a gestar y las ganas que había. No había preocupación por abrir una sala, todo lo contrario. Me acuerdo que en ARTEI me apoyaron con entusiasmo, gracias a las orientaciones de Julieta Alfonso. Hasta se hizo la fiesta de fin de año (2015) de ARTEI acá. Todo era fiesta.
CF: ¿Cuál es la preocupación hoy?
GC: Mantener una sala. No solamente económicamente, sino también la programación, recibir proyectos que sean honestos con la época. Programar es la preocupación. Sostenerla se hace a través de las clases, a través de los subsidios que, todavía, no han llegado este año. Así que tuve que pedir colaboración a otra sala para que me ayude a que funcione económicamente también. Acá hay muchas fuentes de trabajo. Está el técnico, están quienes diseñan la cartelera, quienes diseñan la página web, quienes están en redes. La contraprestación exigida por PROTEATRO y el INT, 120 funciones anuales, las hago. Tengo la responsabilidad de cumplir con cierta cantidad de programación y cuidar la calidad, ver qué se está diciendo. ¿Qué se está proponiendo? ¿Qué cuenta la sala? Eso es un poquito la preocupación, la impronta.
CF: En particular, este año, en La Gloria, la tendencia es hacia el teatro de objetos y títeres, con una curaduría especial. Y de alguna manera, aquí, encontramos a las amigas y amigos que están produciendo cosas “gloriosas”.
GC: Eso es maravilloso. Se dio a fin del año pasado por la preocupación de qué iba a pasar con el Teatro Independiente, porque en ese momento se decía que no iba a haber subsidios. Atravesé tanto desánimo y en algún punto dije no, no hay que bajar los brazos y se me ocurrió, nunca tuve la posibilidad de que me propusieran en la sala Teatro de Objetos y de Títeres. Y hablé con Mónica Berman cuando nos encontramos en Barcelona, de casualidad, a raíz de un congreso de escuelas de espectadorxs en el que ella participaba. Una situación muy conmovedora porque me invitó a visitar una de las escuelas de Teatro de Objetos y Títeres en Barcelona que es de Pepe Otal, y, quedé hechizada. Y, para enfrentar al desánimo y el qué voy a hacer, le puse el doble a todo esto. El teatro tiene que salir, me agarró una militancia. Y le dije a Mónica, ¿vos te animas a ayudarme a hacer una programación de Teatro de Títeres y de Objetos? Y me dio el sí de inmediato. Fue armar todo un universo desconocido para mí, con gente muy linda, con temáticas y estéticas exquisitas. Es como que empecé a respirar en cuanto al contenido, en cuanto a la calidad. En fin, remarla juntxs y tener la oportunidad de meter un género que nunca lo habíamos incursionado.
CF: ¿De alguna manera sentís que dialoga con esta realidad, el trabajar con objetos?
GC: Muchísimo. Muchísimo. Porque, además, este es un momento de mucha virtualidad, de mucha fake news, donde los sentidos están olvidados, el Teatro de Objetos, de alguna manera, nos vuelve a nuestras pregnancias, a nuestra historia, a lo táctil, a lo presente. El objeto nos despabila y nos ofrece.
Esta casa es una casona de fin de siglo, en donde justamente los materiales y los objetos se han tratado de respetar en el reciclaje. Y es lo primero que la gente ve y le gusta y con lo que se siente cómoda. “Mirá las puertas”. “Mirá las cerámicas”. “Mirá las mayólicas, y el piso del fin de siglo…” Hay una necesidad de ese lenguaje, de esa materialidad.
La huella que se impregna a un lugar cultural a través de una programación da sentido venidero, y, sobre todo, identidad. Por eso, el grupo Boca de Gallo arriba con el mismo entusiasmo de quienes les precedieron. Con Fervor estuvo presente en uno de los ensayos generales, previos al estreno previsto para este domingo 3 de noviembre en donde Carolina Tejeda, Ignacio Rodríguez De Anca y Norberto Moreno serán intérpretes de Rastros del gesto analógico, espectáculo que forma parte del evento Circuito Itinerante de Títeres y Objetos en La Gloria Teatral.
Con la autoría de Carolina Tejeda (también, una de las tres intérpretes de Cae la noche tropical) el espectáculo presenta a tres personajes que habitan un espacio, con reminiscencias de viejo estudio fotográfico, para reconstruir a partir de objetos, fotografías, títeres, luces, sonido y proyecciones analógicas, los rastros de una herencia femenina.
La música de Rastros del gesto analógico, realizada en vivo por Norberto Moreno, acompaña sutil con las cuerdas, el sampler y las distorsiones que, también de manera analógica, provoca en la textura de las voces. Sus pequeños gestos de manipulación cuidan ese ambiente complejo, preciso y minucioso que proponen Caro y Nacho. Podemos llamarlos por sus apodos porque venimos siguiendo sus trayectos escénicos en Proyecto Fronteras (Marítimo, Cuerpos), en tiempos de pandemia, donde aquel rincón de la casa de les intérpretes, ahora, se despliega en un escenario poblado de virtuosos autómatas y montajes fotográficos en distintas técnicas y soportes que, junto a la dupla actoral, nos contagian esa épica de añoranza y, a la vez, de puesta en valor de aquellas mujeres, narradas a través de sus historias simples, sin embargo, con voz propia. La misma simpleza de los parrales de las casas o los tendales que ofician de pantallas que nos acercan quizás, al anhelo creativo de Boca de Gallo: ¿qué imágenes habitan los cuerpos y los gestos de estas mujeres?
Un teatro de objetos afectuoso porque es un grupo que insiste en una poética que enlaza de manera sensible los dispositivos escénicos analógicos, la actuación y la manipulación. Un ritual delicado del decir, hacer y ser en escena.
La Gloria. Espacio Teatral está ubicado en Yatay 890, CABA.
La obra Rastros del gesto analógico cuenta con el apoyo de Instituto Nacional del Teatro, Proteatro, La Gloria Espacio Teatral y ARTEI. Puede verse los Domingos a las 20hs., del 3 noviembre al 24 noviembre de 2024.
Claudia Quiroga es directora, actriz, dramaturga, artivista, docente y fotógrafa. Co-Fundadora de la Colectiva Feminista Artivista, MAT – Mujeres de Artes Tomar. Integrante Asociada y docente en el CELCIT (Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral). Integra la Colectiva de Autoras. Vive en Villa Sarmiento, Morón, Provincia de Buenos Aires.
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