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Julieta Timossi en su Laberinto

Una experiencia de teatro presencial + podcast

Laberinto es un podcast, pero, también, una obra. Es un texto que escribió Julieta Timossi en pandemia, en el último tramo de la Diplomatura en Dramaturgia del Centro Cultural Paco Urondo, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, que, además, posee la curaduría de Javier Daulte. En su formato, se acerca más a la narrativa que a la dramaturgia, ya que son monólogos entrecruzados de tres personajes que exponen sus pensamientos internos. Por momentos, ese procedimiento se rompe para dar lugar a diálogos y conversaciones telefónicas entre ellxs.

Primero, fue pensado como podcast. Se grabó y editó durante este verano y, luego, dio lugar a la puesta en escena que, hoy, puede verse en Moscú Teatro (Ramírez de Velasco 535, CABA), con protocolos y sistema de ventilación.  

Julieta viene eligiendo, desde siempre, la educación pública para su formación. Ahora, ya con más conciencia de militancia y reflexiona sobre el nivel de excelencia, en la Argentina, que garantiza la accesibilidad para sectores diversos. Elegirla, es una manera de sostenerla, porque, siempre, está en peligro, considera. Cuidar los espacios que son de todes y que los bienes culturales que se producen desde estas instituciones vuelvan a la sociedad, es una de sus (pre)ocupaciones. Retribuir esa educación haciendo teatro, afirma en esta charla.

Pertenezco a una generación bisagra, dice. Tiene 31 años y percibe que, entre ella y su madre y padre, se ha diversificado el mundo de las relaciones amorosas, desestructurando y hasta, rompiendo paradigmas heteronormativos, ideas unívocas sobre el matrimonio y el rol de la mujer. Julieta cuestiona esos vínculos e intenta pensar otros cómo vivirlos, en los recodos de su obra Laberinto.

Alfonso está de novio hace cinco años con Sofía. Una noche conoce a Lucrecia en una fiesta y comienza a salir con ella. Con música de los ‘80 de fondo, luces de neón y una estética fresca, pero, profunda, la obra indaga en el laberinto mental de un triángulo amoroso ¿Cuáles son los límites del amor? ¿Por qué continuar repitiendo los mismos patrones? Laberinto muestra una problemática propia de su generación, atravesada por nuevos paradigmas afectivos y se construye a partir de los pensamientos de cada uno de sus personajes. Tres voces al extremo de la neurosis provocada por los tejes y manejes del amor líquido.

Con Fervor: ¿Cuándo nace la necesidad de escribir dramaturgia y cómo se enlaza a tu recorrido de actriz?

Julieta Timossi: Empecé a escribir dramaturgia cuando me recibí de actriz en la EMAD, ante la necesidad de empezar a generar proyectos, donde pudiésemos trabajar con mis compañerxs de camada y, ahí, fue cuando, también, comencé a dirigir. Tenía 23 años y ya venía trabajando como actriz. La escritura surgió desde un lugar más intuitivo. A raíz de esa experiencia, me puse a tomar talleres y, después, hice la Diplomatura en Dramaturgia de la UBA. Creo que escribo desde mi ser actriz. Algunxs maestrxs dicen que escribir es un acto físico, que se hace poniendo el cuerpo, aunque se esté sentada delante de la computadora. Cuando escribo, también, aflora un poco la actriz.

CF: ¿Qué es Laberinto?

JT: Una obra que aborda la problemática de los vínculos: aquellos laberintos mentales a los que se someten sus protagonistas al entablar un triángulo amoroso. Es un retrato vincular de mi generación, una invitación a repensar nuestra manera de relacionarnos sexo-afectivamente. Donde la protagonista de la acción, Sofía, pasa de ser el estereotipo de la engañada a tomar las riendas de la historia y accionar en función de encontrar la salida a ese laberinto, en el que se encuentran inmersxs.

CF: Laberinto se construye en una complicidad con el público. Los personajes nos hablan todo el tiempo ¿Cómo se articula este dispositivo?

JT: El dispositivo juega con esas dos instancias que te nombré recién. Por un lado, están los pensamientos de los personajes. Y, por el otro, lo que se dicen entre ellxs. El interlocutor, mayoritariamente, es el público. En la puesta trabajamos rompiendo la cuarta pared y direccionando los textos a lxs espectadorxs, buscando complicidad con ellxs. Por momentos, se arman pequeñas escenas entre lxs actores, pero, nunca perdiendo de vista al público y, siempre, haciéndolos partícipes como testigos de este relato que vamos construyendo.

CF: ¿Qué te reveló montar el espectáculo en formato teatral y en formato sonoro?

JT: En un principio, hacer el podcast fue un desafío enorme, porque era algo que nunca había hecho. Por suerte, trabajé con Federico Marino, que se encargó del diseño sonoro y la edición y fuimos pensando, juntxs, cómo se podía llevar ese texto al mundo de lo meramente sonoro. Lo primero que nos preguntamos fue cómo diferenciar los pensamientos de los personajes de los diálogos que tenían entre ellxs. Y, ahí, surgió ese tratamiento del sonido, que se puede escuchar en el podcast, que los diferencia: los pensamientos se escuchan con cierto eco, como algo que nos queda rebotando en la cabeza. Ese trabajo fue revelador para cuando hicimos la puesta en escena, porque, se debía preservar ese juego y había que encontrar la manera de diferenciar ambas voces.

CF: ¿Vas a ver obras de teatro? ¿Qué te interesa de la dramaturgia argentina contemporánea?

JT: Sí, voy al teatro. Me interesan aquellas obras que tienden a tener una estructura más bien clásica, esas que te cuentan una historia. Si bien, hay de todo y es muy interesante también, es algo personal. Me pasa que me gusta sentarme y escuchar una buena historia, que la trama sea atrapante. O, también, puede ser por el procedimiento que utilice el/la dramaturgx para contarlo. Hace poco fui a ver Civilización, de Mariano Saba, y me pasó eso.

CF: En 2020, egresaste de la Diplomatura de Dramaturgia de la UBA ¿Qué aportes le reconocés para tu formación?

JT: Me aportó en el sentido de crear un hábito de escritura. Antes, solía escribir más esporádicamente. Ahora, lo hago bastante seguido. Por otro lado, me brindó herramientas relacionadas a la estructura dramática, a la teoría y, también, me permitió registrar cierta estética propia. Entender cómo, qué y para qué me interesaba escribir.

CF: ¿Cómo es ese hábito de escritura?

JT: Antes, tenía que tener una mega idea. Ahora, me siento y escribo. Escribir me hizo contactar más gente de teatro y audiovisuales. Abrió otros proyectos que me llevan a entrenar la escritura. Es como ir a un gimnasio, crea hábito, fortalece.

CF: Julieta había dirigido una primera obra, apenas terminada la EMAD. Luego, se centró en la actuación, mientras que la dirección le resultaba un rol con más tensión. Y, sin embargo, para esta experiencia y temiéndole a orientar sus propios monólogos, confió en el trabajo compartido con actores, un diseñador de sonido y otro de imagen, dejándose ayudar por sus experiencias y constatando, durante ensayos y funciones, que sus diálogos se podían mantener vivos. “No se caen” -se maravilla la joven dramaturga. Y es, porque, precisamente, la escritura de Julieta tiene un ritmo muy dinámico y abrupto en el devenir con el público.
Para la producción del podcast y el montaje en Moscú Teatro, trabajó con equipos reducidos, para respetar la burbuja de cuidados. Entiende, también, que la situación general de la cultura está muy afectada y que es un privilegio estar estrenando en una sala que cuenta con todos los requerimientos técnicos y sanitarios.

Para escuchar el podcast de Laberinto deben dirigirse a este enlace:

https://open.spotify.com/show/0zQGaPptftCKwfaxCi9rrV?si=DclAuBbsSKCHM8zQWU_LrA&utm_source=whatsapp

Laberinto puede verse en la sala Moscú Teatro, ubicada en Ramírez Velasco 535, CABA, los viernes a las 21.30hs. Las entradas se sacan por Alternativa Teatral:

https://publico.alternativateatral.com/entradas74136-laberinto?o=6


Julieta Timossi es también docente, ofreciendo talleres en Moscú Teatro Niñxs, de 6 a 12 años (lunes y sábados) y adolescentes, de 13 a 17 años (viernes), junto a Lali Fischer.

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