Una obra que nos lleva a repensar nuestra existencia y los vínculos con la naturaleza

El mito del conflicto entre los hermanos es ancestral. Esta temática la toma, hábilmente, el dramaturgo y director Fernando Cellier en su obra teatral Parecen lápices.

Pero, esta trama se va entretejiendo con otras problemáticas filosóficas inherentes a la persona humana, como la relación con la naturaleza, los conflictos amorosos, el problema de la vacuidad de la existencia, los valores éticos y la codicia. Estas categorías arman un ajedrez ficcional lleno de ironía.

En el espacio escenográfico, vemos unos cuernos de ciervo y la cabeza disecada de un caballo, ambos exhibidos en la pared como trofeos. Dicha violencia de la taxidermia se refleja en las pieles y máscaras, que se ponen los personajes para parecer vivos y humanos.

Además, este relato se desarrolla en Tierra del Fuego, es decir, en el fin del mundo. El paisaje acecha a través de los salvajes castores, que representan la desmesura y la venganza de la naturaleza. Planteando, así, una metáfora binaria entre civilización y barbarie que se espeja en los hermanos y su pugna por la herencia paterna.

Los personajes de la obra Parecen lápices son contradictorios, sensibles y miserables. Juegan esta tragedia sin medir las consecuencias. Es un mundo que cae hacia el vacío.

Una obra que nos exhorta a repensar en nuestra existencia y en los contratos con la naturaleza.

Ficha artístico-técnica:

Elenco: Ricardo Tamburrano, Cecilia Tognola, Luis González, Daniela Brunfman y

Christian García

Diseño de vestuario: Laura Cardoso

Diseño de escenografía: Juan Manuel Seade

Asesoramiento escenográfico: Laura Cardoso

Prensa: Valeria Franchi

Asistencia de dirección: Mariela Selicki

Dramaturgia y dirección: Fernando Cellier

Podés ver Parecen lápices los sábados a las 22.30hs. en el Teatro Vera Vera, ubicado en la calle Vera 108, CABA.

Para comprar tus entradas tenés que dirigirte al siguiente enlace: www.alternativateatral.com

Maggi Persíncola es actriz, dramaturga, directora, fotógrafa y gestora cultural. Vive en La Boca, Comuna 4, CABA.