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Corina Fiorillo: “esta obra se puede transpolar a los medios y a las influencias y manipulaciones de la comunicación y de lo que te venden y no te venden”

La directora Corina Fiorillo se destaca por su versatilidad a la hora de dirigir espectáculos de diversos géneros y estilos. En esta nota para Con Fervor, habla de Network, una de las apuestas más ambiciosas en la cartelera actual. Con un texto que toma de base la película homónima, de 1976, escrita por Paddy Chayefsky, su trama gira en torno a un despiadado sistema de producción de televisión.

Con Fervor: ¿Cómo ingresaste a este proyecto? ¿Cómo fue el proceso de ensayos?

Corina Fiorillo: Teníamos una reunión con Ariel Diwan (el productor) por otro proyecto y él me preguntó qué obra desearía hacer y le comenté que había una obra que hacía tiempo venía dándome vueltas, pero, que creía que ningún productor se le iba a atrever. Y cuando le dije el nombre de la obra no lo podía creer, porque él acababa de comprarla. Se dio esa cosa angelada de las coincidencias.

Primero, ensayamos en sala de ensayos durante dos meses diarios y, el último mes, se trató de estar en esa sala y, después, ir al teatro y ver cómo iba el montaje. Costó mucho armar toda la estructura de Network. Armarla y hacer que funcione. Fue lo más difícil y lo más bello que me tocó hacer.

CF: En la obra conviven actores y actrices de distinta procedencia, con distintos registros, ¿cómo fue la tarea para cohesionar esas diversidades y aunarlas en una puesta tan singular?

Corina Fiorillo: Yo me tomé mucho tiempo para elegir a cada intérprete del elenco secundario. Creo que ellos tienen mucho que ver con el sostén de este proyecto. Más allá de que los cinco protagónicos vengan de donde vengan, son bichos teatrales. Florencia Peña, Coco Silly, Pablo Rago, César Bordón y Eduardo Blanco son gente que ama y honra al teatro. Son tremendamente talentosos. Estoy agradecida del material que me pusieron en las manos; tanto el texto como el elenco y la disponibilidad de producción. Todo lo que se ve es talento y diseño argentino. Todo es montaje propio.

CF: ¿No hubo un director asociado, se compró el texto solamente o la puesta también?

Corina Fiorillo: No, fue todo armado por mí y por un equipo de gente. No compramos puesta, ni tuvimos director asociado. Sí tuve una gran stage manager, que es una figura muy fundamental en un espectáculo como este, porque coordina absolutamente todas las áreas. Y, luego, tuve lujos; tener a Jorge Ferrari en la escenografía, Gastón Briski en el diseño sonoro, Maxi Vecco en el diseño audiovisual, Ariel del Mastro en el diseño de luces, Campanella como adaptador de textos. Sentarme a charlar con él sobre la obra fue también un lujo.

CF: ¿Habías visto la película? ¿Le recomendaste al elenco que la viera?

Corina Fiorillo: El texto viene de ahí, es un texto no teatral. Es un texto fílmico adaptado para el teatro. Yo había visto la película, pero, no me la recordaba tanto. Juan Gil Navarro fue quien me habló de la obra, porque la había visto hace algunos años. Volví a ver la película y, después, yo aconsejé que todos la vieran, porque creo que es una maravilla cómo está hecha y que tiene muy en claro el origen de la fuente, nuestro texto original.

Corina Fiorillo.

CF: Frente a este tipo de obras extranjeras, el idioma rioplantense entra en una encrucijada que, viendo el espectáculo, está muy bien resuelta.

Corina Fiorillo: Lo que pasa es que acá teníamos a un gran adaptador, Juan José Campanella. Un mago para poder lograr que las palabras sean naturales. Si hay algo que tiene Juan en sus lenguajes expresivos es que, siempre, logra que suenen cercanos.

CF: ¿Cuánta vigencia encontrás en la obra? Habla del poder de los medios, un tema que nos resulta muy sensible. Hace aproximadamente diez años atrás, reflexionábamos y debatíamos mucho sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual -llamada Ley de Medios- y si bien eso, hoy, no ocurre quedó algo encendido.

Corina Fiorillo: Sí, yo creo que habla de temas cercanos. Esta obra se puede transpolar a los medios, a las redes, a los medios en general. Y a las influencias y manipulaciones de la comunicación y de lo que te venden y no te venden. Esta historia ya nos decía hace cuarenta años que la televisión es un medio obsoleto. El autor es un genio, alguien que predijo lo que iba a suceder. En nuestro país, sabemos que hay medios que responden a determinadas personas. Es tremenda la manipulación y cómo lo comentamos como algo natural.

CF: Me resulta muy interesante la idea de un proyecto en donde conviven personalidades como Campanella y Florencia Peña, de sectores ideológicos muy distintos.

Corina Fiorillo: Florencia, Coco, Pablo… Creo que, en ese sentido, todos, como equipo, hablamos de lo mismo, que es lo tremendo que es sentirse manipulado. Florencia tiene cuarenta y tantos años y tiene cuarenta de profesión. Entonces, si hay alguien que se ha sentido manipulada por los medios es Flor. Creo que fue una de las razones por las que quiso entrar a este proyecto. Hablar de esto les trae una reivindicación, de decir ¡ojo! no hagamos más esto.

CF: Me interesó mucho el personaje de Coco, que nos retrotrae, un poco, a la estructura del teatro de Ibsen. Ese villano idealista que genera incomodidad, pero, a la vez, nos sigue interpelando ¿Trabajaste mucho antes de ir a la acción? ¿cómo se encaró el proceso de composición con él?

Corina Fiorillo: Yo no suelo hacer mucho trabajo de mesa. Yo, en general, hago haciendo. Y Coco fue de esos actores a los que uno agradece, porque confían en vos, te otorgan mando y siguen tu línea. Uno de los chicos del elenco dijo: “Coco es un corazón en escena”. Y yo creo eso. En la obra, se percibe una unidad, porque, así se trató, los cinco protagonistas y los más de veinte actores en escena. Ver tanta gente en el escenario es algo hermoso.

CF: ¿Estás buscando proyectos, qué desafíos te esperan?

Corina Fiorillo: Yo soy de buscar textos, soy de hacer a la par. Este año, también, estrené un unipersonal en una sala de setenta localidades. Me convoca lo pequeño, lo grande, lo oficial y lo no oficial. A mí me gusta hacer teatro. Si tengo que pensar en un deseo, me gustaría hacer un musical.

 

Ficha artístico-técnica:

Dirección general y puesta en escena: Corina Fiorillo

Actúan: Florencia Peña, Coco Sily, Eduardo Blanco, Cesar Bordón, Pablo Rago, Ana Padilla, Ángeles Clavijjo, Carlos Ledrag, Charlie Nieto, Gaby Ferrero, Juan Martín Calé, Julián Marcove, Leo Bosio, Mercedes Torre, Nacho De Santis, Pablo Palavecino, Pablo Covello, Roco Saenz, Santiago Lozano y Tomás Claudio

Versión: Juan José Campanella

Diseño de escenografía: de Jorge Ferrari

Diseño audiovisual: Maxi Vecco

Diseño de luces: Ariel del Mastro

Diseño de sonido: Gastón Briski

Diseño de vestuario: Mercedes Colombo

 

Network puede verse en el Teatro Coliseo, ubicado en Marcelo T. de Alvear 1125, CABA.


 

Ezequiel Obregón es docente en el área de Lengua y literatura y periodista cultural. Es estudiante de la Carrera de Artes Audiovisuales, con orientación en Realización (UNLP). Integra el Área en Investigación de Ciencias del Artes del Centro Cultural de la Cooperación. Vive en San José, Temperley, provincia de Buenos Aires.

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