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27 noches, una película sobre la libertad y el sentido de la vida en los adultos mayores

La película 27 noches, dirigida por Daniel Hendler y basada en el libro homónimo de la escritora y psicoanalista Natalia Zito (2022), es una invitación a la reflexión sobre una serie de cuestiones entre salud mental, adultos mayores, género, familia, herencia y tutela judicial que necesitan ser revisadas y contextualizadas.
27 noches se puede ver en la plataforma de Netflix. La historia narra, muestra el momento dramático en que Natalia Kohan de Kohen (mendocina, 1919-2022), artista plástica y mecenas, es internada por sus dos hijas (Nora y Claudia) en el Instituto INEBA, con un Diagnóstico Presuntivo de Demencia Frontotemporal (Pick) firmado por los doctores Facundo Manes (neurólogo y director del Instituto) y Griselda Russo (neuróloga cognitiva). Transcurría el año 2005.
Natalia Kohen fue una figura destacada para el arte y la cultura argentina. Escribió y publicó más de 20 libros, realizó numerosas muestras, fue premiada en varias oportunidades e impulsó y dirigió varios proyectos de mecenazgo. Sus amigas/os la recuerdan como una mujer fuerte, sensible, sociable, generosa y disruptiva para su generación.
Su pasión por la buena vida, los gustos exquisitos, las reuniones con amigas/os, el deseo de libertad y la utilización de una parte de su fortuna para el desarrollo de un centro cultural, que iba a ser liderado por Clorindo Testa en el Paseo de la Infanta, fueron traducidos por sus hijas como “actitudes de dudosa cordura por su edad”.
“De los hechos reales queda la ficción”, dice N. Zitto, quién realizó más de 50 entrevistas para aproximarse a la interesante vida de la artista, rebautizada con el nombre de Martha Hoffmann en la piel de Marilú Marini.
Hay humor, dolor y sentimientos desencontrados que permean la pantalla y sensibilizan al/la espectador/a.
En 27 noches, Martha es internada contra su voluntad. La Justicia designará al Perito Casares (Daniel Hendler) para evaluar, en el término de 10 días, el futuro de su paciente.
Casares visita a Martha en su domicilio, un elegante departamento en el barrio de Recoleta, donde todo, incluyendo la elección de su vestimenta, irradia energía, color, cultura, elegancia, estilo de vida.
Casares es un joven meticuloso, observador, inseguro, gris como su ropa, serio, con poca iniciativa y que llega tarde a todos lados.
Casares le pide que responda unas preguntas porque debe comprobar sus capacidades cognitivas (memoria, coherencia, falibilidad):
Casares: ¿Martha cuánto cuesta un kilo de tomates?
Martha: No sé Casares (como el encuestador cree que es olvido deja el renglón de la pregunta en blanco).
Casares: ¿Y un kilo de peras?
Martha: No sé Casares (se escucha un silencio y Martha arremete) ¿Por qué no me pregunta cuánto sale un libro o una entrada al teatro? Las compras domésticas las hace mi empleada. ( Casares impoluto sigue y le pide que repita las siguientes palabras: botella, martillo, bastón). Tres elementos fálicos (le responde Martha como un acto de resistencia a la prueba a la que está siendo sometida). Casares, ¿sabe bailar?
Casares: No.
Martha: Venga, yo le enseño (y plantada sobre sus 83 años le muestra a un joven de treinta y pico que se puede bailar si hay deseo).
La trama sigue. Las interpretaciones de Humberto Tortonese como amigo de Martha, Julieta Zyberberg, Carla Peterson y Paula Grinszpan son impecables y contribuyen a generar climas que atraviesan encuentros, conflictos y algún que otro espacio donde el humor aún es posible. Marilú Marini brilla en cada escena. Es tierna, ácida, despiadada, inteligente, segura de lo que quiere. Daniel Hendler contribuye a su lucimiento. Es el típico perdedor. Gracias a las influencias de Martha, crece, vivencia situaciones nuevas y hasta se anima a desabrocharse un botón de su deslucida camisa.
Hay desenlace, las/os amigas/os aparecen (entre ellos el artista plástico Edgardo Giménez y el poeta Jorge Noy) y hay final con mensaje. Apago la pantalla y aparecen las preguntas.
¿A raíz de qué incidente las hijas deciden internar a su madre? ¿Qué comportamientos esperan que tenga a los 83 años? Intelectualmente, ¿con qué estereotipos se manejan? ¿Qué necesita Martha de sus hijas? ¿Qué miedos aparecen? ¿Por qué necesitan controlar a su madre? ¿Cómo vemos a los adultos mayores?
Tal vez, esta sea una película que habla de las complejidades de los vínculos familiares y de los desencuentros entre lo que la protagonista quiere para su vida, lo que las hijas ven y el rol “normalizador” del Sistema de Salud Mental.
El cortometraje Yo, Natalia, dirigido por Guillermina Pico, hace referencia a los conflictos mantenidos con sus hijas y a la recomposición de la relación, luego del pedido de disculpas por parte de ellas: “a pesar de despreciarlas, no puedo dejar de quererlas, las tuve en mi vientre”.
Cómo cerraría esta nota Natalia Kohen. Seguramente, nos impulsaría a desafiar la percepción que tenemos de la vejez y del abuelismo y a revisar los mandatos sociales que tanto condicionan. Somos en función de las decisiones que tomamos.
Y algo más. Su caso contribuyó a modificar la antigua Ley de Salud Mental al determinar que las personas con padecimiento mental deben ser tratadas en hospitales comunes y no en instituciones psiquiátricas. En caso de que ocurra la internación, debe ser breve y notificada al juez (Ley de S. M. N° 26657).
Natalia Kohen falleció a los 103 años.
¡Chapó 27 noches!
Silvia Dasso es docente, Lic. en Sociología (UBA), Master en Gestión de Instituciones Educativas, Universidad de San Andrés (Udesa). Fundadora y directora del Colegio Bilingüe Jardín-Primaria-Secundaria en CABA. Consultora y selectora de personal en el ámbito educativo. Escritora y artista plástica. Vive en Palermo, Comuna 14, CABA.








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