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Yepeto, de Tito Cossa, o una pedagogía del amor

El clásico del autor de La nona, estrenado en 1981, vuelve a escena de la mano de Nicolás Cabré. Se destaca Roly Serrano, quien se sube a un escenario tras haberse recuperado de un duro accidente.

 

Es probable que el primer contacto con la obra de Tito Cossa que haya tenido Nicolás Cabré haya sido la adaptación cinematográfica que protagonizó, con dirección de Eduardo Calcagno, en 1999. Lo cierto es que algo de ese trabajo lo sigue interpelando, a tal punto que dirigió la obra que acaba de estrenarse en el Teatro Picadilly, con actuaciones de Roly Serrano, Alan Madanes (en el rol que él hizo para cine) y Luisina Arito.

Aunque posiblemente hoy algunos aspectos de la pieza resulten anacrónicos, hay otros que siguen vigentes. La obra comienza con un maduro profesor de Literatura (Serrano) que recibe al novio (Madanes) de una de sus alumnas universitarias y es increpado por creer que está buscando tener un vínculo más cercano con ella. Con este punto de partida, la obra anticipa el juego de tensiones y de “masculinidades heridas” que en nuestra época se conectan con la platea desde otro lugar. Persiste, claro, ese vínculo -por momentos, estrecho- entre la enseñanza poética envestida de pulsiones eróticas, susceptibles de transitar deseos muy íntimos, acaso capaces de desdibujar los límites entre docente y alumna/o. En ese marco, se percibe en las letras de Cossa la agudez y la hondura a la hora de indagar en la imagen de la mujer como una musa y como un misterio que se resiste a ser descifrado.

En esta puesta de Yepeto, Cabré introduce al personaje femenino de manera cuasi fantasmal, haciéndola por momentos invisible para su novio, como una forma de profundizar su vínculo con la belleza intangible y subjetiva de la poesía. Esa “presencia ausente” acerca, paradójicamente, a quienes parecían estar destinados a la rivalidad. Se trata de un duelo en el que están las diferencias generacionales, pero también se dirimen cuestiones como la distancia entre lo físico (el joven es atleta) y lo inmaterial.

Roly Serrano conmueve en la cadencia de su decir y es quien marca el ritmo y el tono de los diálogos punzantes que imaginó Cossa hace más de cuatro décadas atrás. A Madanes -gran actor de comedias musicales, que también se destaca en el unipersonal Souvenir de mar– le cuesta, en algunos momentos, encontrar matices para un personaje que oscila entre la inseguridad y lo pasional, pero conforme avanza la obra se lo nota más seguro, más conectado. Arito, por otra parte, tiene menos presencia en la obra, pero -buena elección de casting mediante- cobra protagonismo sin altisonancias, con determinación, pero con el toque de dulzura que necesita su rol en una obra en donde la enseñanza y el erotismo entablan una dialéctica irreductible a una única forma de amar.

 

 

Ficha artístico-técnica:

Autor: Roberto “Tito” Cossa

En escena: Roly Serrano, Alan Madanes y Luisina Arito

Dirección: Nicolás Cabré

Asistencia de dirección: Jorge Scorpaniti

Productora Ejecutiva: Candelaria Saldaño Vicente

Música: Martín Bianchedi

Escenografía: Micaela Sleigh

Asistencia de escenografía: Maia Doudchitzky

Prensa: Valeria Solarz

Redes: Luciano Gabrielli

Fotos: Nacho Lunadei

Diseño: Juan Furlino y Manu Vazquez

Productor referente: Guillermo Bredeston

Producción general: Ale Producciones

 

Yepeto puede verse los domingos a las 19.30hs. en el Teatro Picadilly, ubicado en Avenida Corrientes 1524, CABA.


Ezequiel Obregón es docente en el área de Lengua y literatura y periodista cultural. Es estudiante de la Carrera de Artes Audiovisuales, con orientación en Realización (UNLP). Integra el Área en Investigación de Ciencias del Artes del Centro Cultural de la Cooperación. Vive en San José, Temperley, provincia de Buenos Aires.

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