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La última escena, una tragedia navideña

Comencé a escribir La última escena en mayo de 2020, pleno momento de encierro pandémico. Unos meses antes, había ido a comer a un restaurant que tenía ubicadas las mesas de una manera atípica y justo me tocó transitar la cena desde una que tenía casi una vista panorámica del resto del salón. Me fui pensando que, aunque compartíamos el mismo espacio y estábamos muy cerca, el mundo de cada mesa era íntimo, singular y enigmático para el resto. Al tiempo, comenzó la pandemia y resonando con una sensación de soledad y nostalgia por todo lo que era la vida en comunidad, empecé a escribir. Lo público y lo privado, lo individual y lo colectivo, el universo navideño, las despedidas, los vínculos, los rituales, las ceremonias y mi propio legado de familia gastronómica se fueron entrecruzando al momento de escribir La última escena.
La obra transcurre en El Deleite, un restaurant porteño tradicional en decadencia ubicado en Villa Crespo. Es Nochebuena y hay una propuesta especial para los comensales: un menú navideño con Cena show. La familia que trabaja y sostiene abierto el restaurant está compuesta por Liliana -madre y encargada-, Julio -padre cocinero- y sus dos hijas/os: Cora -camarera- y Manuel -delivery y performer. En El Deleite hay otras tres mesas. En la primera, están Helena -una artista que se encuentra con una parálisis en sus manos-, Ayelén -su acompañante terapéutica- y su hija Camila, quien se reencuentra esta noche con su madre, ya que vive en París. En la otra mesa, están Lucia y Julián, una pareja que hace un mes se rompió y se reencuentra para volver a despedirse, y Verónica, actriz misteriosa que viene a El Deleite sola a, justamente, evitar la soledad.
Pasaron varios años desde que comenzó el proceso de escritura de la obra hasta que empezamos a ensayar. En el medio, hubo idas y vueltas con el texto, un trabajo arduo para construir cierta polifonía y que todas esas voces fueran singulares y para que el recorrido de cada personaje fuese significativo en lo individual y a la vez parte del todo. La idea de montar la obra y dirigirla fue creciendo a medida que iba compartiendo el guión con colegas actrices y actores, en su gran mayoría amigas/os queridas/os y admiradas/os con los que he tenido el gusto de formarme y compartir otros proyectos. En algunos casos, fui en búsqueda de actrices, por medio de recomendaciones y también viéndolas trabajar en otras obras. Otro de los puntos clave para la concreción del proyecto es haber convocado a Agustina Aguirre Aulestiarte como codirectora. Es una compañera increíble, trabajamos codo a codo dirigiendo, produciendo y llevando adelante muchos otros roles en este proyecto. Su mirada a la hora de dirigir enriqueció el material escrito de maneras inimaginables y poder hacer de a dos fue un alivio en estos tiempos de sobreexigencia e individualismo. Juntas/os fuimos conformando un equipo muy grande de gente talentosa que fue sumándose al proyecto en distintos rubros, asistencia de dirección, escenografía, música, vestuario, diseño gráfico, diseño de elementos escenográficos, fotografía, coreografía, diseño de iluminación, entre otros.
El proceso de ensayos fue arduo, empezamos a ensayar en agosto de 2024 y estrenamos en mayo 2025. Al ser un elenco muy grande, los ensayos fueron en su mayoría los domingos desde la mañana hasta la tarde y luego se sumaron los sábados cerca del estreno. A medida que fueron pasando los ensayos, el material fue cobrando vida, creciendo, nutriéndose del imaginario de cada una de las actrices y actores.
Durante el proceso hubo algunos cambios en el elenco, por movimientos de la vida y otros proyectos que iban creciendo y requerían especial atención. Entre esos, el personaje de Manuel, que al principio iba a ser interpretado por otro actor y luego de su partida me animé a encarar (confiando además en que éramos dos directores y Manuel es un personaje que pasa gran tiempo de la obra fuera de escena). Entonces, la aventura terminó siendo escribir, codirigir y actuar. Todo un viaje, por suerte colectivo y con mucho apoyo de mis compañeras y compañeros del proyecto.
Me gustaría que al ver la obra la gente pueda pasar un lindo momento, divertirse e identificarse con algunos pesares, rituales y mandatos que son comunes a la condición humana y nos atraviesan a todas/os. En este momento donde prima el individualismo y las pantallas, me parece un gran plan ir a ver teatro, humanos sintiendo en vivo y compartiendo un presente que permita sentir, pensar y preguntarse cosas acerca de la vida.

Ficha artístico-técnica:
Dramaturgia: Damián Travaglia
Dirección: Agustina Aguirre Aulestiarte y Damián Travaglia.
Actuación: Claudio Barbieri, Catalina de Urquiza, Lidia Di Vicenti, Daniela Echarte, Rocío Monserrat, Lucía Núñez Lodwick, Cristina Parpaglione, Pablo Santiago Reyes, Candelaria Solmesky y Damián Travaglia
La última escena, una tragedia navideña puede verse los viernes a las 22.30hs. (hasta el 27/6) en el Teatro La Carpintería, ubicado en Jean Jaures 858, CABA.






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