Se realizará una Marcha Federal de la cultura al Congreso

Para fin de este año, puede quedarse sin financiación gran parte de la cultura argentina. En diciembre de 2017, durante el Gobierno de Mauricio Macri, se realizó una modificación de la Ley 27.432, impulsada por Juntos por el Cambio, que estableció un límite temporal a las asignaciones específicas que tienen un grupo de impuestos. De este modo, se votó la modificación de los impuestos destinados a sostener las industrias culturales de nuestro país, fijando como fecha de caducidad el 31 de diciembre de 2022. En consecuencia, para ese entonces, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional del Teatro (INT), el Instituto Nacional de la Música (INAMU), las Bibliotecas Populares del programa CONABIP, los Medios de Comunicación Comunitarios y la Defensoría del Público de los Servicios de Comunicación Audiovisual dejarán de recibir, de manera directa, esos fondos tributarios. Fondos que no desaparecerán, sino, que quedarán bajo el arbitrio del Poder Ejecutivo, que puede destinarlas a otros fines.

Estas asignaciones específicas que están en peligro son el motor de nuestra cultura y se retroalimentan, esencialmente, de los recursos económicos que provienen de los impuestos que abonan los medios de comunicación, de los premios de la Lotería Nacional y de un grupo de leyes -como la Ley de Teatro y la Ley de Cine, entre otras. Es decir, no toca ningún interés por encima del derecho que les incumbe.

Para evitar dicho desfinanciamiento, el diputado Pablo Carro (Frente de Todos) propuso un proyecto de ley que prorroga por 50 años las asignaciones específicas destinadas al sostenimiento de actividades culturales, que ya obtuvo media sanción. Es necesario que, dada la importancia de estos recursos para evitar el “apagón cultural” y defender nuestra soberanía, las/os senadoras/es aprueben el mencionado proyecto de ley.

La Asamblea Federal, convocada por Unidxs por la Cultura, abierta a todas las asociaciones, colectivos y artistas del país, reunió, este domingo 23 de octubre, a más de 100 representantes de espacios de la cultura nacional. Allí, se decidió confluir con la caravana de la cultura que se llevará a cabo, desde diversas provincias del norte argentino y llegará a Buenos Aires el miércoles 26 de octubre. A partir de las 16hs., frente al Congreso Nacional, habrá movilización con carrozas culturales, un proyectorazo, volanteadas y radio abierta, junto a acciones que tendrán lugar en todo el país para evitar el “apagón cultural”.

A cuatro meses de haber logrado la media sanción en la Cámara de Diputados y quedando sólo dos semanas de sesiones en la Cámara de Senadores, aún no ha ingresado al recinto el proyecto de ley que extiende la vigencia de las asignaciones de las industrias e instituciones culturales, por lo que peligra su tratamiento. Es imprescindible que las/os senadoras/es aprueben esta iniciativa que frena el desfinanciamiento de la cultura de nuestro país.

Representantes de Misiones, Mendoza, Córdoba, Corrientes, Neuquén, Santa Fe, San Luis, Santiago del Estero, Jujuy, Buenos Aires y CABA, más de 100 de espacios del cine, el teatro, la música, la danza, las bibliotecas populares y los medios comunitarios acordaron llevar adelante esta marcha federal y se reafirmó que esta lucha es para que las asignaciones específicas para el sector se prorroguen por 50 años.

La pelea contra el “apagón cultural” es por el derecho de todo el pueblo a producir arte y en defensa de los cientos de miles de puestos de trabajo.

Resoluciones y propuestas de la Asamblea Federal en defensa de la cultura:

• Convocar una Caravana, desde diferentes puntos del país, para confluir frente al Congreso de la Nación, el 26 de octubre, para exigir a las/os senadoras/res que se trate y voten favorablemente la ley.
• Realizar acciones artísticas en la vigilia en CABA y en las vigilias en diferentes puntos del país.
• Proponer a los sindicatos del sector cultural un paro ante este peligro inminente.
• ¡Son 50 años!

Natacha Mell es antropóloga, documentalista, docente, escritora, fotógrafa y gestora cultural. Vive en Avellaneda, provincia de Buenos Aires.