Cultura y espectáculosDestacadasNotas de Opinión

Micropolíticas del arte y la amistad

Un amigo anfitrión recibe en su casa a sus amigos y amigas. Artistas. La puerta abierta y la mesa dispuesta son símbolos de un gesto indispensable en estos tiempos: recibir, hospedar, vivir juntos. Resonar.

Este es el punto de partida de La celebración, el espectáculo que se presenta en el Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” y que, como precisa su nombre, es una “celebración” de las micropolíticas de reunión, de los convivios en estado artístico. La celebración escenifica las micropolíticas que instaura el arte cuando, en disponibilidad de cuerpo y alma, la reunión transforma nuestras vidas. Como en una función de teatro.

Es hermoso ver representada esa apertura: uno de los comensales ve pasar al “niño invisible” y todas/os lo ven ¿Qué mejor definición de lo que acontece en el teatro?

Vivir en estado de arte, por unas horas, con amigas/os. Si es frecuente, mejor.

Micropolíticas de resistencia y transformación (diría el querido Pavlovsky, que hubiese aplaudido este espectáculo de pie).

Glosando a M. McLuhan, en La celebración la reunión de cuerpo presente “es el mensaje”. La celebración parece aconsejar: tu vida cambia con la reunión, con la amistad, con el arte. Contagian y curan transformándose en fiesta. Banquete platónico. Especialmente, cuando se cuenta (como en este caso) con la generosa sabiduría de la “comedia” (que enuncia el subtítulo: “Una comedia para los que vendrán”). La risa lúcida, el humor potente como alma del banquete (donde, por supuesto, la comida alimenta, pero también es invisible). Bordeando el surrealismo.

Escrita por Juano Villafañe y Manuel Santos Iñurrieta, esta obra afirma que las micropolíticas no deben ser solitarias sino colectivas. De a dos o más, quienes siempre estarán a la espera de otras/os por llegar. “Los que vendrán”: alta emoción por la esperanza en el futuro (como el personaje del niño Avenire en el teatro ancestral de las izquierdas).

Los que “celebran” festejan el espíritu que surge en las tertulias, en los banquetes artísticos. Nuevas naves de las locas y los locos. Cada comensal (inspirado, al sesgo, anamórficamente, en grandes artistas y bohemios/as argentinos/as reales que Villafañe conoció, cuyos nombres no es necesario develar: pintores, poetas, titiriteras/os, etc.) se abre al otro, escucha sensiblemente y responde, dialoga con inteligencia, proyecta su intimidad en un nos-otros y multiplica poéticamente los estímulos de la velada infinita, en la que ya no se sabe si es de día o de noche.

En el espectáculo conmueve el ingreso de cada personaje en ese estado de dialogismo con el otro, la otra, las otras y los otros, con lo otro. Conmueve porque va contra el solipsismo, contra el odio, contra la desconfianza, contra el aislamiento, resonando juntos/as en la fiesta del arte y la amistad. Y así entra Godot. Le pasa al arbolito en la obra de Beckett, que retoña, pero no a Vladimiro y Estragón. A los comensales de La celebración les pasa.

Y se sale a la calle de otra manera ¿Una micropolítica que da fuerzas para la macropolítica?

Esta pieza “celebra” los encuentros que nos modifican y dan energía para la existencia, el arte como construcción de sentido y ampliación del mundo, pero en reunión. Tiempo de alteridad. Micropolíticas que instauran territorios de subjetividad alternativa con potencia política. Pasiones alegres, diría Pavlovsky citando a Spinoza. Ingreso a nuevos estados a los que sólo se accede por el arte, el grupo, la reunión. Ejercicios de hospitalidad, de ética de la alteridad (en palabras de Emmmanuel Lévinas).

Estos artistas (estupendamente interpretados por muy buenos actores: Irene Almus, Eduardo Calvo, Alfredo Castellani, Diana Kamen y Sergio Lumbardini, junto a la cellista en escena Martina Greiner, todas/os capaces de despertar en las/los espectadoras/es sensibilidad, reflexión, risa y sonrisa), hablan todo el tiempo de arte. Por eso, La celebración se disfruta también como un arte poética, puesta en cuerpos escénicos de un tratado sobre la poesía.

Con excelentes luces del Maestro Horacio “Chino” Novelle. En la Sala Solidaridad. Imperdible.

 

Comentarios de Facebook

Publicaciones relacionadas

Cerrar
Ir a la barra de herramientas