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Poesía exponencial en tiempos de crisis

Ernesto Pereyra, Esperando el diluvio universal.

Por Ramón Fanelli y Marion Berguenfeld

 

Imaginemos una biblioteca de poesía. Mesa de roble, sillones clásicos, libros de diversos tamaños y colores, gente que lee. Ahora, imaginemos llegar al mostrador y preguntarle a la bibliotecaria cuántos libros se leyeron en estos tres primeros meses del año. Y, para concluir esta escena imaginaria, visualicemos cómo abre su registro y nos responde con sencillez: 4268 libros. Finalmente, tratemos de ver todos esos libros juntos. Y volvamos a la realidad. Porque esa cifra no es, en absoluto, fantasía, sino, el número exacto de libros que, cibernautas de todo el mundo, bajaron de www.ibuk.com.ar, la versión virtual de una biblioteca pública. En este caso, especializada en poesía.

Creada en julio de 2015, Ibuk cuenta, actualmente, con 80 títulos de importantes poetas argentinos contemporáneos. Los cuales fueron seleccionados por un grupo de especialistas. La tarea de confección es delicada, ya que el objetivo final es que cada libro virtual sea idéntico, hasta en sus mínimos detalles, al original en papel. Y, una vez terminada la edición, el autor o su familia deben autorizar, por escrito, la incorporación del título al catálogo.

Como toda biblioteca, Ibuk tiene dos funciones básicas. La primera, es la de preservar el patrimonio cultural. La segunda, consiste en difundir este patrimonio. Tanto en la preservación como en la difusión, la poesía tiene necesidades especiales. En primer lugar, las obras de los poetas se pierden -tal es así que, a veces, ni el autor mismo tiene ejemplares de sus libros- y las ediciones, rara vez, exceden los 500 ejemplares. Asimismo, en cuanto a la difusión, es sabido que esta es mínima, ya que nuestro género no es masivo, sino de culto. De este modo, poetas fundamentales, que ya no están físicamente con nosotros, como Máximo Simpson, Walter Adet, Jorge Ariel Madrazo, Leonardo Martínez, Juan García Gayo o Leonor García Hernando conviven, en los anaqueles de Ibuk, con obras de importantes escritores que siguen produciendo en la actualidad.

Sin apoyo financiero y en forma gratuita, año tras año, Ibuk sigue creciendo, extendiéndose a países tales como China, Estados Unidos, Francia, Brasil y España, entre otros. Llevando, así, la poesía argentina más allá de nuestras fronteras. Y, como la lógica en las redes es exponencial, a medida que pasa el tiempo el número de visitas aumenta.

Por eso, celebramos que miles de personas recorran, a diario, esta pequeña gran biblioteca y elijan un libro, lo descarguen en su celular, su computadora o su tablet y lean poesía, ese eco de profunda humanidad en el corazón de la crisis.


Marion Berguenfeld es licenciada en Letras y periodista. Publicó los poemarios Las Lobas, Bruta Piedad, Forense y Estrip. Dirige, junto a Ramón Fanelli, www.ibuk.com.ar, la primera biblioteca de Poesía virtual, pública y gratuita del Cono Sur.

Ramón Fanelli es licenciado en Psicología y poeta. Publicó los poemarios Mi país real: donde los niños nacen para morir, Entrejuegos, Tocador de realidades y A palo de güeso. Dirige, junto a Marion Berguenfeld, www.ibuk.com.ar.

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