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Interindisciplinas urgentes en cuarentena

Gastón Varela y Juan Cruz Fernández.

Desde pequeños, la sociedad nos disciplina a imagen y semejanza de sus reglas, formándonos como dominantes o sometidos. Pocas veces para ser librepensadores. El concepto de “autoridad” es la constante. Un concepto que, llevado a la realidad, valida el ejercido de poder de la clase social dominante y su penetración en las clases dominadas, construyendo ostensiblemente las desigualdades sociales.

La escuela, luego de la familia, también es un estamento social que disciplina. Allí se aprenden reglas ortográficas y algebraicas esenciales para la vida cotidiana, pero también reglas sociales, religiosas e históricas, que muchas veces refuerzan el pensamiento único de las elites dominantes, replicando la ideología de poder y estableciendo una cultura derivativa, que intenta ocultar las culturas de los sectores populares.

 

La sociedad disciplinada

 

En Historia de la locura en la época clásica, Michel Foucault argumenta que el mundo “racional” no quiere aceptar que la racionalidad genera locura dentro de su propio mundo. Como consecuencia de ello, para su propia afirmación, la sociedad racional trata de quitar de sí a la locura, y la separa, la encierra. Así, una sociedad racional es una sociedad disciplinaria, que domina a las personas. De allí que la locura pueda ser el mayor cuestionamiento a la razón. En otro gran libro, Vigilar y castigar, Foucault analiza el “panóptico”, desde donde se puede ver todo sin ser visto ¿Para qué? Para vigilar, castigar y cosificar, haciendo del otro un objeto.

El poder, entonces, es la razón que ve y controla. De allí que en determinado momento de la historia se desarrollasen las Ciencias Humanas, que para Foucault tuvieron un rol de dominio. Así es como el poder tiende a validar e imponer la verdad única.

En estas sociedades panópticas los indisciplinados son vistos como locos a los que habría que apartar. Muchas veces, encima, esos indisciplinados se cohesionan y abroquelan para gritar contra la verdad única, esa que tantas veces nos indigna pero que la razón prefabricada por el poder nos impide distinguir y criticar. Inclusive ante esos gritos muchas veces damos vuelta la cara, con cierto gesto de desagrado. Porque la locura, al igual que los indisciplinados, cuestionan el estado de cosas y la razón del poder que nos atraviesa y nos constituye de manera muchas veces silenciosa.

Ese es el caso de tres artistas indisciplinados, que al relacionarse establecieron lo que ellos llaman Interindisciplina, por entrelazar diferentes esferas artísticas. Así nació, en medio de la cuarentena, la obra conceptual titulada Interindisciplinas urgentes, un disco-libro-audio-visual conformado por 14 partes, realizado por el Dúo Varela-Fernández.

En la obra, Gastón Varela se encargó de las poesías, las esculturas, las fotos y la voz. Juan Cruz Fernández de la composición musical e la interpretación de todos los instrumentos. A ellos se sumó Marina Cenacchi en el diseño gráfico y la edición.

 

Marina Cenacchi.

Interindisciplinas urgentes en cuarentena

 

Dice Gastón Varela, acerca de la obra: “Desde hace años realizo obras que aparean diferentes expresiones artísticas. Por ser cuestionadoras del estado de cosas, no son disciplinas sino indisciplinas.

En tiempo de aislamiento por la pandemia de corona virus, la urgencia determina ideas, sentidos y acciones en general, sean individuales, colectivas, políticas, económicas… Y el arte también es un accionar.

Luego de veinticinco años, una mañana de marzo Juan Cruz Fernández me contactó para sumar su arte a unas poesías-esculturas-fotos que yo venía subiendo a las redes (muchas integran mi libro La letra del óxido; otras, inéditas). El reencuentro estuvo cargado de urgencia creativa. Desde entonces, día a día le mandé grabaciones de voz y archivos de fotos de mis esculturas-poesías. Él compuso la música para cada una, grabándola generalmente de primera toma, en caliente, improvisando sobre y desde el sentimiento producido. Un ida y vuelta a través de WhatsApp, sin salir de nuestras casas, sin vueltas, sin programas de grabación sofisticados, a veces sin calentar la voz ni el instrumento: como una medicación desesperada o aquello que “arltianamente” se consuma por prepotencia de trabajo: acciones de emergencia.

De eso se trata este trabajo interdisciplinario de poesía, música, escultura, fotografía, video, pintura y diseño. Porque para la realización sumamos en diseño gráfico y edición a Marina Cenacchi, cuyo trabajo fue imprescindible.

Hicimos lo posible por superar imperfecciones, pero dejamos varias. Esto para el arte es un peligro. Sin embargo, no tememos a las imperfecciones en tiempo de peligro, cuando hay que actuar sin pausa.

También invité para unas participaciones especiales a los ilustradores y pintores Roberto Sale, Gustavo López Armentía, Iván Amsler y Rodolfo Fucile.

Así les compartimos este libro-disco-audio-visual conformado por 14 obras llamado Interindisciplinas urgentes.”

 

Gastón Varela:

Novelista, cuentista, poeta, escultor y guionista de cine nacido en Buenos Aires, Argentina. Estudió Filosofía en la UBA. Publicó: La eterna contemporaneidad del Hombre (ensayo sobre la obra del artista Gustavo López Armentía, 2004), Jardín de sal (cuentos, 2012), La espalda del sueño (novela, 2014), El brazo por caer (novela, 2016), Los últimos preparativos de Gregorio Alvéniz (teatro, 2017), Un ocaso indefinido (cuentos, 2018) y La letra del óxido (esculturas-poesías-fotos, 2020), todos en Alcantarilla Editora. Guionista y ayudante de dirección de la película Ahí viene (2018). Productor y autor de la idea y los textos del documental Álbum Blanco en Tiempo Negro (sobre Rubén Juárez y la Argentina de 2001/2002, 2020).

Juan Cruz Fernández:

Músico nacido en Buenos Aires, Argentina. Comenzó tocando guitarra con los Maestros Eugenio Pérez y Miguel Lucchilo, y trompeta en el Conservatorio Ginastera de Morón, con el Maestro Roberto Rival. De forma paralela realizó estudios de armonía y ensamble con el Maestro Claudio Méndez; de trompeta/jazz en la escuela Efimus de Caballito (CABA), con el Maestro Gustavo Cortagerena, y de ensamble con Héctor López Fürst. Más tarde estudió trompeta con el Maestro Juan Cruz De Urquiza, y canto y trompeta en la Escuela de Música Popular Leopoldo Marechal, de la Matanza. Fue cantante fundador de la banda Los malabares de San Pedro, de Castelar (junto a Matías Chávez Méndez, Patricio Pizarro, Ariel Pantín, Facundo Costa, y Diego Echaniz). Participó en varias bandas de Rock: El Presidente, Chacraman, Las manos de Filippi y AgrupaxionSkabeche, entre otras. Se destaca como músico invitado de La Renga en los discos Insoportablemente vivo y Truenotierra.

Mariana Cenacchi:

Directora creativa, directora artística y diseñadora gráfica nacida en Pergamino (Buenos Aires), Argentina. Ha trabajado en Nueva York, Argentina y, actualmente, Valencia, donde tiene su estudio creativo. Con experiencia en tv, cine, artes escénicas y gráficos, se especializa en la creación de conceptos y en la realización integral de proyectos, tanto para el mundo de la moda como para el de las artes escénicas. Sus conceptos trascienden a través de un lazo fuerte con el arte y las inquietudes que le generan aquellas emociones que afectan el mundo que la rodea.

 

 

 

 


Carlos Varela es cantor, productor discográfico, artístico, televisivo y radial.

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