Icono del sitio Con Fervor

El camino hacia una Ley de Traducción Autoral

Tradautora y Traduttore, creatore son algunos de los lemas con los que desde el Frente de Apoyo al Proyecto de Ley de Traducción Autoral nos propusimos visibilizar lo que la Ley 11.723 (Régimen Legal de la Propiedad Intelectual) ya reconoce: el carácter autoral de las traducciones realizadas a partir de obras sujetas a derechos de propiedad intelectual. El hecho de que este reconocimiento, como autorxs “de obra derivada”, ya figure en la legislación, que data de 1933, podría llevar a que alguien desestime la necesidad de presentar un proyecto que reafirme este derecho. O bien, podría considerarse poco conveniente que las relaciones contractuales entre privadxs queden establecidas por ley. Sin embargo, la Ley 11.723, también, contempla excepciones a la regla, ya que abre la posibilidad de renunciar a los derechos consagrados por ella. Esto trajo como resultado que los usos y costumbres dentro del mundo editorial tomaron como regla lo que la ley planteaba como casos excepcionales, quebrantando así el espíritu de la ley.

El deseo de unir esfuerzos para contrarrestar estos usos y costumbres, que lejos de corregirse se fueron consolidando con el correr de las décadas, fue cobrando forma, hasta materializarse en un proyecto de ley redactado en el año 2013 con la participación de cuatro colegas.

El nuevo proyecto de ley consagra, con mayor claridad, por un lado, nuestros derechos morales (respecto de la atribución e integridad de la obra) y, por el otro, nuestros derechos patrimoniales, que por restricciones de espacio reduciremos a sólo dos ítems: a) que nuestra traducción no pueda ser usada por la editorial a perpetuidad, sino, que se establezca un plazo, como sucede con lxs autorxs de la obra original; vencido ese plazo, la editorial debería renegociar con el/la traductor/a el nuevo período; b) que los honorarios percibidos por el/la traductor/a sean en concepto de anticipo de derechos autorales y no como una suma alzada abonada por única vez. Cabe aclarar que, de cualquier modo, el/la traductor/a cobraría por encima del anticipo sólo si la obra vendiera una cantidad excepcional de ejemplares, lo que actualmente es casi una utopía.

Rápidamente, el proyecto obtuvo adhesiones de múltiples instituciones e individuos, y fue presentado en dos ocasiones, 2013 y 2015, en la Cámara de Diputados. En ambos casos, fue firmado por representantes de diversos bloques, pero no fue tratado en el recinto y perdió estado parlamentario. En paralelo, la lista de adhesiones fue aumentando y la inclusión de la problemática en notas en los medios, también. El grupo continuó ampliándose hasta conformar un Frente, que se presentó en sociedad en noviembre de 2016 en el Centro Cultural de la Cooperación. La convocatoria fue inmensa y muy estimulante. Actualmente, nuestro Frente analiza la posibilidad de presentar una tercera versión.

¿Con qué obstáculos nos topamos en este camino de lucha? ¿Por qué no terminamos de concretar el tercer proyecto? ¿Cuáles son los logros que, a pesar de todo, podemos exhibir?

Durante los primeros años, los obstáculos se encontraron principalmente en el campo editorial: algunas editoriales pequeñas o medianas adhirieron al proyecto, pero las grandes Cámaras se pronunciaron abiertamente en contra. Asesorados por representantes legales muy experimentados, ejercen un lobby que no es fácil de contrarrestar. Mantuvimos reuniones con integrantes de la CAL (Cámara Argentina del Libro) y la CAP (Cámara Argentina de Publicaciones), pero, fueron infructuosas, ya que esgrimieron impedimentos económicos para mejorar la situación contractual de lxs traductorxs. El principal temor, expresado, más o menos, veladamente, es que nuestro reclamo abra las puertas al de otrxs actores del ámbito editorial. Lejos de pensar esta apertura a la negociación colectiva como una dificultad, desde el Frente, juzgaríamos este dinamismo como una ventaja adicional de la ley. A los obstáculos mencionados, hay que sumar la falta de experiencia de muchxs de nosotrxs en la militancia de leyes, que llevó a delegar, sin un seguimiento constante, la defensa de nuestros intereses en lxs diputadxs firmantes. También, se depositaron ciertas expectativas en el funcionamiento del proyecto Justicia 2020, que propuso debatir una renovación de la Ley de Propiedad Intelectual, debate en el que participó el Frente, diversificando, así también, energías.

En el último tiempo, la coyuntura política del país se tornó el mayor impedimento. En contexto de crisis resulta más complejo que problemáticas como la nuestra ingresen a la agenda parlamentaria. También, nuestro propio crecimiento numérico, hasta constituir un Frente, tiene sus desventajas. Llegar a acuerdos es más difícil, en ocasiones las responsabilidades se desdibujan y se pierde el compromiso individual con la acción concreta. Nos queda mucho camino por recorrer y mucho por aprender en cuanto a la gestión de nuestra propia organización.

De la coyuntura política general, se deriva también la situación del campo editorial, que ha sido calificada en los medios, por sus propixs protagonistas, como una lucha por la supervivencia. Y quienes traducimos para editoriales estamos en los últimos peldaños de esa escala: actualmente, encontramos dificultades para cobrar las traducciones, para acordar tarifas que ronden los honorarios sugeridos por la AATI (Asociación Argentina de Traductores e Intérpretes), para negociar cuestiones puntuales referidas a contratos a término. Así, también, se explica, en parte, este compás de espera en el planteo de nuestras reivindicaciones.

Lo que sí se logró fue la conciencia de nuestros derechos entre colegas; difusión de los derechos de lxs traductorxs, más allá de nuestros propios círculos; movilizaciones varias en pos de nuestro objetivo; invitación a exponer nuestro proyecto en charlas y seminarios de temas afines; intercambios más frecuentes con editorxs y responsables de editoriales sobre nuestra posición; apertura de algunas editoriales más pequeñas a considerar nuestros planteos; y cierta visibilización en el campo cultural, que la inclusión de esta temática en la presente revista viene a corroborar.

Salir de la versión móvil
Ir a la barra de herramientas